Hace escasos días, concretamente el 30 de mayo, se hizo firme la sentencia del Juzgado de lo Mercantil nº 8 de Barcelona, donde se fallaba a favor de Nintendo, en contra de los responsables del grupo de tiendas de tecnología y componentes electrónicos Chipspain, quienes han infringido los derechos de propiedad intelectual de Nintendo mediante la importación, distribución, venta, publicidad y posesión con fines comerciales de cartuchos o tarjetas R4 y dispositivos similares.
Todos conocemos los cartuchos R4 y sus alternativas, de un modo u otro su existencia ha estado ligada a Nintendo 2DS, consola que, mediante el cartucho, podía ejecutar copias de sus juegos previamente cargados en una tarjeta de memoria interna. Estos cartuchos están principalmente diseñados y fabricados para saltarse las medidas de seguridad implantadas por Nintendo en las consolas Nintendo DS y en los videojuegos originales de Nintendo DS, por lo que, como cabe imaginar, los cartuchos R4 ganaron mucha popularidad entre los poseedores de la portátil de Nintendo.
La cuestión es que ahora las bases de la sentencia, primera en el ámbito civil sobre este tipo de hechos, tienen validez sobre dispositivos similares que puedan ser usados con los mismos fines en otras consolas de Nintendo, por lo que no es de extrañar que veamos más resoluciones de este tipo en los próximos meses-años.
José Gracia Fuster, responsable de ChipSpain, ha salido al paso de la declaración entonando el «mea culpa»:
El uso de estos dispositivos es saltarse las medidas de seguridad desarrolladas por Nintendo para que nuestros clientes puedan jugar con copias pirata de videojuegos en la consolas Nintendo DS. Por tanto, Chipspain reconoce que la importación y la venta de cartuchos R4 es ilegal bajo la legislación española cuando son utilizados con el principal fin de utilizar copias piratas. La venta de estos dispositivos y el suministro de copias pirata de videojuegos causan un daño y un perjuicio, no solamente a multinacionales como Nintendo, sino también a muchos otros actores en la industria del videojuego.
Durante el proceso fueron varias las personalidades que declararon en el proceso judicial, como José Manuel Íñiguez, fundador de la empresa de desarrollo valenciana Akaoni Studio.
El desarrollo de videojuegos de alta calidad para los consumidores es una alta prioridad para Nintendo y para desarrolladores como Akaoni Studio; por tanto, dependemos de Nintendo para ofrecer la mejor protección posible de nuestros derechos de propiedad intelectual, que garantice que el rendimiento económico de nuestro trabajo y creatividad quede protegido frente a la piratería. Por eso, apoyamos firmemente los esfuerzos de Nintendo por proteger sus sistemas contra la piratería. Los necesitamos para garantizar la continuidad de nuestro negocio.
Para ir concluyendo, os dejamos con las declaraciones de Rafael Martínez Moya-Angeler, subdirector general de Nintendo Ibérica:
La comercialización de dispositivos que vulneran las medidas de protección de videoconsolas y videojuegos ha llevado a la proliferación de las descargas ilegales de videojuegos en Internet. Esta situación ha generado un daño económico irreparable. La piratería es la mayor amenaza para la creatividad en esta industria, por eso esta sentencia supone un gran paso adelante para que la industria del videojuego no vea drásticamente mermadas sus posibilidades de seguir creando y ofreciendo nuevos contenidos a los usuarios.
¿Y vosotros que opináis al respecto? ¿La distribución del cartucho R4 ha sido una lacra para Nintendo 2DS?