Hace años cuando se rediseñaba una consola para dar un empujón comercial, o para reparar algún flagrante error, la expectativa ante tal suceso era siempre buena. En ocasiones mejoraban las prestaciones, en otras ocasiones era simplemente un remozado estético, pero siempre ofrecían lo mismo o más que el original, nunca menos.
Este hecho tan lógico, en esta generación ya no lo es tanto y son varios los ejemplos que hacen que a partir de ahora cuando una compañía anuncie un rediseño me salga un sarpullido, en lugar de una sonrisa, por temor a que peguen el enésimo tijeretazo.
El primer ejemplo es el tan sonado caso PS3 Slim que tantos quebraderos de cabeza trajo a Sony. Tras una GamesCom cualquiera (2009) nos veníamos de Colonia con una PS3 más barata, más pequeña, más silenciosa, etc. Veníamos más chulos que un 8 hasta que nos enteramos que esta nueva consola decía adiós al Linux. Posteriormente mediante una de las terroríficas actualizaciones de software made in Sony, la posibilidad de instalar Linux desparecía para todos los modelos.
No es cuestión de dirimir ahora este tema, pero es uno de los desencadenantes de todas las desdichas que Sony vivió con los hackers en esta etapa oscura que está tratando de superar. De cualquier forma, el rediseño a PS3 Slim vino marcado porque la consola nueva «hacia menos cosas» que la anterior.
Eso por no hablar del paso de modelo de 60 a 40 gb en PS3 donde se eliminó la tan ansiada retrocompatibilidad con PS2.
Otro ejemplo de recorte en prestaciones, también vino por parte de Sony, fue PSP Go!. Cierto que no es justo incluir a este sistema como rediseño pues la consola convivió con PSP 3000. Pero tal fue el despropósito que supuso y el desastre comercial que se perpetró, que no me puedo contener a incluir a la maravillosa portátil desplegable en este circo de los horrores.
El bueno Hirai con una sonrisa de oreja a oreja aparece en escena en E3 2009 con la PSP Go en sus manos mostrando al mudo la primera consola que vive de la descarga digital de forma exclusiva, desaparecía la posibilidad de introducir los ruidosos UMDs en la nueva portátil de Sony.
Cierto que fue un desastre, pero sin duda todos los gamers hemos de agradecer a Sony este experimento. A buen seguro en muchas de las juntas de jefazos de MS y Nintendo se planteó la posibilidad de que sus siguientes consolas vivieran únicamente de la descarga digital. Vender de forma exclusiva desde el bazar del Live o desde las tiendas virtuales Nintendo, es un negocio muy jugoso para las respectivas intencionales. Pero después de ver el desastre Go! a buen seguro este tema no se volvió a plantear y todas las consolas, al menos en el futuro cercano, mantendrán el formato físico.
Algo muy muy doloroso para los nintenderos fue la salida al mercado de Nitnendo DSi. Cierto que la versión DS Lite respecto a la DS original, fue todo un acierto, un cumulo de buen gusto, una pantalla alucinante… nos encanto. Pero que en DSi se sacrificara la ranura para juegos de GBA fue una patada en los «pendientes reales». Lo triste es que a Nintendo no le pareció ningún fallo pues la XL mantuvo la perdida de compatibilidad con GB.
El último despropósito en lo que a revisiones se refiere proviene también de la Gran N y data de la GamesCom que acaba de terminar. Nintendo anuncia una revisión del diseño de Wii como movimiento de marketing para tratar de captar a los compradores de última hora. La cuestión es que este nuevo modelo elimina la posibilidad de jugar con los maravillosos minidiscos de GameCube, mientras que todas las Wiis vendidas hasta la fecha son perfectamente compatibles. ¿Por qué Nintendo nos arrebata ésta más que necesaria opción? Habría mucho que discernir al respecto, la cuestión es que se plasma como nuevo ejemplo de rediseño que ofrece menos opciones que el formato clásico de la consola.
Una leyenda muy extendida entre los jugones, en muchas ocasiones cierta, es que es de incautos comprar el primer modelo de una consola pues a los pocos meses, o al año, saldrá al mercado un nuevo modelo mejor y seguramente más bonito… aunque visto lo visto, ahora la cosa ya no esta tan clara.