Durante estos días en los que las calles están (o deberían) desiertas, hemos podido ver cantidad de fotos en los que los animales como pavos reales o jabalíes se adueñan de las ciudades. La contaminación ha descendido drásticamente y parece que el planeta agrade este “respiro forzado” que le está dando la humanidad. Paper Beast no trata sobre una pandemia, ni siquiera sucede en un mundo real, pero desde el segundo uno destila un amor por la naturaleza y su fauna que por suerte cada vez parece más habitual.
Viaje al mundo de los sueños
La historia de Paper Beast nos sitúa en una especie de desierto por el que nos podemos mover con cierta libertad. No tardamos en encontrarnos con los primeros seres vivos que habitan este onírico lugar. Ellos serán los que nos guíen por estas tierras, nos ayudarán a refugiarnos de las tormentas de arena y a abrirnos paso por lugares que parecen imposibles. Con sutiles movimientos todo lo que nos rodea nos mostrará cuál es el camino correcto o como superar los diferentes obstáculos que nos encontramos.
La sucesión de puzles que nos ofrece Paper Beast, bastante sencillos de superar, no son más que el hilo conductor por esta aventura. La experiencia diseñada por Pixel Reef nos recuerda a ciertos walking simulator como Journey por la tranquilidad con la que podemos afrontarla. No tenemos que llegar rápido a nuestro destino, no vamos a morir en el intento, el paseo es el auténtico placer de este juego. Pero en lo que innova Paper Beast es en la realidad virtual, es la primera vez que de verdad podemos meternos en un mundo como este y dedicarnos únicamente a disfrutarlo.
Una vez nos metemos en materia, como ya hemos dicho, no es un gran reto superar los puzles que Paper Beast nos propone. Pero que sean sencillos no implica que sus mecánicas dejen de ser originales. Otro de sus puntos fuertes es la capacidad que ha tenido el equipo de desarrollo para comprender que no es lo mismo controlar al personaje de manera tradicional que con VR utilizando el movimiento de los mandos. Esto también tiene su parte negativa ya que en ocasiones la falta de precisión de estas mecánicas le dan un toque artificial a la experiencia que es Paper Beast.
La belleza de lo inexistente
No vamos a cansarnos de decir que Paper Beast es muy bonito, pero lo realmente llamativo es que logra ser bonito de una manera muy sencilla. Este juego no nos muestra inmensos escenarios fotorrealistas ni complejas animaciones que nos dejan con la boca abierta. La experiencia creada por Pixel Reef se basa en el minimalismo, en que todo se entienda en su mínima expresión, y así es como logra unos escenarios limpios que desvían toda nuestra atención hacia la aventura. Como ya hemos comentado, todo esto se apoya en el hecho de que Paper Beast transcurre en un lugar ficticio, entre sueños, en el que encontraremos animales y plantas inimaginables.
Donde parece que pierde una gran oportunidad este título es en el apartado sonoro. No es que este sea malo, pero ante un título que invita a tomárselo con calma esperábamos una banda sonora que ensalzase mucho más ciertos momentos o que nos indicase mejor los momentos importantes de nuestra travesía. Repetimos, no está nada mal, pero creemos que es una oportunidad perdida de hacer algo mucho más memorable.
Como ya hemos dicho, Paper Beast no consiste en querer llegar al final, por eso su breve duración nos deja con ganas de más. Para suplir esto, el juego nos ofrece un modo de juego “sandbox” en el que podemos construir nuestro propio reino onírico. Añadir animales, lagos, crear montañas o depresiones en el terreno son algunas de las opciones que nos ofrece este modo.
Jugando a controlar los sueños
Vamos a cerrar este análisis hablando del control que nos ofrece Paper Beast. Como sucede en la mayoría de lanzamientos para realidad virtual, los controles son algo diferentes a lo que estamos habituados. En esta ocasión podremos jugar con el Dualshock 4 o con los mandos Move. Lo cierto es que si utilizamos los mandos de movimientos todo fluye bastante bien, podemos decidir con precisión donde queremos movernos, qué agarrar sin mayores problemas. No sucede lo mismo con el mando que realiza movimientos inesperados y que más de una vez nos hará girarnos hasta perder la paciencia.
Hemos querido dejar esta parte para el final por un motivo, y es que no estamos seguros de si estos fallos en el control se deben al propio juego o es algo implícito de Playstation VR ya que nos ha sucedido en más ocasiones con otros programas.
Conclusiones sobre Paper Beast
Este título francés consigue llevarnos a un lugar muy bien construido en el que nos ofrece un breve periodo de entretenimiento relajado. Podemos decir que esta es una experiencia satisfactoria, pero a la que le hemos encontrado varios puntos de mejora. Parece que de momento tendremos que seguir esperando ese juego que de motivos para ensalzar la realidad virtual de Playstation.
Nota: 7,5
Lo mejor
- El apartado visual.
- Un mundo sin prisas.
- El mensaje naturalista.
Lo peor
- El control con Dualshock.
- La corta duración.