Semana nueva, remasterización nueva, que no remake. Sí, tenemos antes nosotros la revisión de PayDay 2, la ya famosa saga de ladrones desarrollada por Overkill Software y distribuida por 505 Games que tan buenos momentos nos ha regalado y que ahora llega con todo el contenido de PC a consolas de nueva generación, sin más. ¡Ah! Que me olvidaba, también cuenta con gráficos en 1080p…Y ya está.

En este análisis nos centraremos en las novedades de esta entrega, por lo que si queréis saber cómo se comporta en el apartado jugable y profundizar un poco más en sus características, os dejamos con el artículo original de PlayStation 3.

Más de lo mismo

En resumidas cuentas, PayDay nos permitirá ponernos en la piel de Dallas, Hoxton, Wolf o Chains, unos ladrones avezados al crimen que tratarán de dejar sin un duro a la enorme megalópolis de Washington DC. Con unos controles similares a la gran cantidad de shooters actuales, PayDay 2 se diferencia del resto con atracos cooperativos en los que la estrategia prima por encima de disparar a matar sin nada en mente.

Si los primeros niveles se completan relativamente de manera sencilla, preparaos para los que vienen después. Planear cada golpe es esencial, por ello que aunque podamos jugar offline, se disfruta mucho más cuando nos unimos a otros tres amigos. La IA aliada se mueve de forma convincente, llevando a cabo sus propias “estrategias”, cubriéndose en obstáculos e incluso serán hasta capaces de reanimarnos. Eso sí, no les pidáis demasiado porque siempre, y cuando digo siempre es siempre, irán detrás de ti ofreciéndote ayuda o incluso, en los peores momentos, llegarán a “perderse” por el camino. Aun así no te preocupes, podremos darles una orden para que se acerquen a nosotros apuntándoles y presionando el gatillo derecho.

Lo divertido de cada misión es que podremos afrontarlas de manera diferente. Algunas nos darán la posibilidad de realizarlas en completo sigilo, aunque rara es la vez que no terminemos abriéndonos pasos antes el silbido de las balas, pero eso es lo divertido del juego, la planificación y la búsqueda de realizar el atraco perfecto.

Si el aspecto jugable es de notable alto, unos de los principales pilares es la personalización. Si en las ediciones de la anterior generación ya contábamos con una enorme cantidad de contenido para la fabricación de máscaras, armas y un árbol de habilidades amplio, ahora, gracias a que se han incluido todos los contenidos descargables que ha ido recibiendo el juego hasta la fecha, PayDay 2: Crimewave Edition se ha convertido en la edición que los usuarios de consola deseaban.

Atracos en Full HD

Me da mucho coraje ver lo que ocurre con algunas remasterizaciones. Por ejemplo, Grand Theft Auto: V ofrece una mayor resolución, mayor tráfico, texturas renovadas y un largo etcétera; The Last of Us, por su parte, cuenta con un aumento de resolución, mayor tasa de imágenes por segundo y efectos de luz mejorados. En cambio, PayDay 2: Crimewave Edition sólo mejora la resolución hasta los 1080p. Es decepcionante que un juego que ya en PS3 no era un portento gráfico, no alcance los 60 frames en una consola tan potente como PlayStation 4. El resto: texturas, efectos de luces, distancia de dibujado y modelos de personajes, siguen siendo exactamente los mismos.

Conclusión

No es la remasterización que muchos esperábamos. Una mejora en resolución hasta llegar a los 1080p y el contenido lanzado hasta la fecha de hoy en PC quizás sea suficiente para aquellos que disfrutaron en consola de su anterior entrega, por lo que si eres de los que juega solo, no es un título muy recomendable. Eso sí, con amigos es pura diversión, y su gran cantidad de contenido extra, os dará juego para bastantes meses. Así que ya sabes, si estás en este último grupo, ponte tu máscara favorita y ve a robar unos cuantos millones.

Lo mejor:

• Basto en contenido.
• Si te llegas a enganchar, tienen ante ti muchas horas de diversión.
• Cooperativo que te hará seguir una estrategia.

Lo peor:

• Mejora gráfica insuficiente.
• El problema de desconexión en partidas online se mantiene.