La visión, uno de los cinco sentidos del ser humano, nos permite admirar y disfrutar de todo cuanto nos rodea, grabar su imagen en nuestra mente y hacernos a la idea de cómo es el mundo en el que vivimos. Por ello perder este preciado sentido nos hace sentir vulnerables, indefensos, con miedo a que algo a nuestro alrededor nos aceche, nos de caza o simplemente nos observe sin que nos demos cuenta. Es en esta situación en la que nos pone Perception, al meternos en la piel de Cassie, una chica invidente que siente la necesidad de visitar la mansión que le acosa en sus pesadillas, por lo que viaja hasta Gloucester, Massachusetts, para enfrentarse a sus miedos y descubrir si las visiones de sus sueños tienen algún significado real.
Ojos que no ven, bastonazo al suelo
En cuanto tomamos las riendas del juego se nos ofrece la mecánica principal de la aventura, la ecolocalización. Cassie es ciega, pero eso no significa que no pueda “ver”, puesto que gracias a los golpes de su bastón es capaz de percibir parte de su entorno, algo parecido a lo que hacen los murciélagos para orientarse mientras vuelan. Usando este “superpoder” deberemos avanzar por la mansión, reviviendo los recuerdos de varias de las personas que antiguamente vivieron en la casa, mientras vamos desentrañando el misterio que la envuelve.
Para ello dispondremos del fabuloso móvil de Cassie y sus aplicaciones. Con Delphi podremos escanear textos para que el teléfono los lea por nosotros, y con la App de Ojos Amigos podremos enviar las fotografías que tomemos a voluntarios de la aplicación para que nos describan lo que ven. Estas dos herramientas nos servirán para suplir nuestra carencia y así poder descubrir más detalles acerca del entorno que rodea a nuestra protagonista. Se echa en falta alguna otra función que le de algo más de dinamismo al juego puesto que se llega a volver algo repetitivo tras un rato de partida.
Por supuesto no todo será tan fácil, puesto que algo acechará a Cassie en su eterna oscuridad: La Presencia. Este ente formado por polillas vendrá a por nosotros si hacemos demasiado ruido y desvelamos nuestra posición, ya sea golpeando demasiado con el bastón o corriendo por la casa. La superficie en la que golpeemos también influye, puesto que no es lo mismo golpear una moqueta que una bañera en cuanto a ruido se refiere.
Esto hará que la tensión aumente cuando al golpear notemos como algo se acerca y debamos elegir entre golpear una vez más para ganar visión a expensas de ser encontrados o avanzar en una oscuridad casi absoluta, tan solo interrumpida por el sonido de nuestros pasos.
Visión de murciélago, gráficos de murciélago
Gráficamente el efecto de las ondas sonoras está bastante conseguido, y se entiende que los gráficos no sean del todo realistas ya que estamos “localizando” un entorno en base a la propagación del sonido sobre los materiales en los que golpeamos. En cuanto a la mansión en sí, las habitaciones parecen decoradas con poca imaginación ya que son muy similares unas con otras, cambiando la ambientación únicamente al pasar de un capítulo a otro. Si a esto le sumamos algún que otro fallo a la hora de subtitular los distintos diálogos del juego (las voces están en inglés) anotamos otro punto negativo a este pequeño experimento dentro de los juegos de terror.
Con esta mecánica tan interesante, un misterio por resolver, una mansión encantada y una Presencia acechándonos deberíamos de estar ante un gran juego de terror, y digo deberíamos, porque lamentablemente no es así.
Cassie… Pero no
El juego se vuelve lineal nada más empezar y sigue así hasta el final. Puertas cerradas y obstáculos nos irán marcando el camino, junto con el sexto sentido de Cassie, que nos permite visualizar nuestro siguiente objeto a conseguir, aunque esté en la otra punta de la casa, lo que hace la aventura mucho más fácil.
La primera vez que la Presencia viene a por nosotros sentiremos angustia e incluso si no somos cuidadosos llegaremos a morir, pero al darnos cuenta de que simplemente con buscar uno de los muchos escondites repartidos por la casa o incluso que solamente con quedarnos quietos sin hacer ruido la Presencia no nos detecta, perderemos el miedo a este enemigo enseguida y al hecho de tener que “racionar” los golpes de bastón.
La historia en sí y los distintos recuerdos secundarios, a modo de grabadoras, objetos que dan lugar a un recuerdo, o los distintos textos que iremos encontrando por la mansión le dan un poco de interés, pero la jugabilidad queda resumida a “busca el siguiente objeto, y después ve al siguiente” y así durante unas 5 horas, por lo que se pierde la curiosidad de resolver el enigma de Cassie para desear que el juego termine de una vez.
Conclusión de Perception
En definitiva, en The Deep End Games han tenido entre sus manos una idea novedosa e interesante, un diamante en bruto, y no han conseguido moldearlo para crear un juego de terror que en otras manos o con un poco más de mimo y cuidado, podría haber sido recordado como uno de los grandes del género, para quedarse en una aventura descafeinada llena de buenas ideas pero que no consigue enganchar al jugador.
Perception conseguirá poner en tensión a l@s jugador@s más sensibles, pero si sois fanáticos de los juegos de terror, quizás este no sea vuestro juego.