El día 2 de Abril del presente año es sin duda una fecha a señalar y remarcar en el calendario de cualquier aficionado a los juegos de rol más clásicos y complejos. Aquel título que volvía a las raíces del género y que parecía haber salido de otra época vuelve, y vuelve pegando un buen puñetazo sobre la mesa. Hablamos por su puesto de Pillars of Eternity 2, el cual para esta ocasión recibe el subtítulo “Deadfire”.
Durante este período de Beta cerrada se nos ha dado la posibilidad de probar el juego y conocer algunas de sus nuevas características, cosa que agradecemos inmensamente ya que teníamos muchísimas ganas de saber que traería esta vez Obsidian Enterteinment para sorprendernos. La cosa es que no ha sido poco, en realidad lo cambios se cuentan a pares y los añadidos dan la sensación de aportar muchísimo a nivel jugable a la ya de por sí sobresaliente entrega anterior.
Cambios como la evidente mejora gráfica en el modelado de todos los personajes y razas disponibles es fácilmente detectable. En este terreno los desarrolladores parecen haberse dado cuenta de algunas cosas y han querido traer un editor mucho más flexible para crearnos el personaje que verdaderamente queremos interpretar. El nuevo sistema de multiclase, la reestructuración de los trabajos y la especialización en armamento especial para cada personaje son algunos de los nuevos añadidos dentro de estos primeros pasos en el juego (mención especial a las poses de personaje, las cuales nos han dado para unas buenas risas y nos han parecido geniales).
Al empezar la Beta nos hemos encontrado con que debíamos subir a nuestro personaje 6 niveles adicionales, puesto a que Obsidian no ha querido enseñarnos demasiado de la historia ni revelar nada del hilo argumental principal, así que comenzamos en el puerto de una isla perdida de la mano de Dios con unos cuantos compañeros en el equipo desde el inicio.
El detalle que se aprecia en los mapas de Pillars of Eternity 2 es bastante mayor, aunque siguen siendo prerenderizados y fotorrealistas, sin demasiado uso del diseño 3D salvo para ciertas partes del mismo. Esto no es para nada un fallo ya que la técnica parece haberse depurado en esta entrega resultando en un aspecto creíble y artísticamente digno de la franquicia. Sin querer hacer demasiado énfasis en lo que se nos cuenta en los diálogos (que hemos tenido que “disfrutar” en inglés) podemos asegurar que el nivel narrativo cuasi-literario que ofrece el juego es excelente y posiblemente el mejor dentro de su estilo, con una cantidad de descripciones y detalles que explican al dedillo cada detalle de cada situación, lo que nos ayuda a meternos de lleno en la historia.
La interfaz de texto también ha cambiado, ahora tenemos una máscara bastante menos intrusiva y que parece tener un aspecto más limpio. Dentro de la ventana de diálogo también se han añadido aclaraciones a según que palabras, o sea, que si en algún momento existe algún termino que nos descoloque un poco o que no hayamos entendido bien, bastará con posicionar el cursor sobre él y se abrirá otra pequeña ventanilla aclarándonos el significado de dicha palabra. Esto es algo verdaderamente útil para los jugadores más despistados con esto de los nombres y también resulta ser bastante cómodo, ya que en la anterior entrega para aclarar algunos términos nos veíamos obligados a abrir el códice o diario desde el menú de pausa.
Tras conocer un poco a las gentes del pueblo de Tikawara se nos manda a viajar a Poko Kohara, otra remota isla dentro del archipiélago donde nos encontramos. Esto supone la oportunidad de probar una de las grandes novedades del título, la navegación y los combates navales.
En el primer Pillars of Eternity existía un lugar que debíamos mejorar y trabajar durante la partida para hacer de él nuestro hogar o centro neurálgico, hablamos del Bastión. Esta vez Obsidian ha cogido este concepto y le ha dado una vuelta para hacer de él algo más práctico y con mayor recorrido, algo que tuviera una función mas relevante para el jugador y que se visitase más a menudo. Pese a que tampoco hemos podido probarlo en profundidad debemos decir que lo que hemos visto nos ha encantado, aunque nos ha dejado también ciertas dudas. En Pillars of Eternity 2 las batallas navales se resuelven en primer lugar con un minijuego en el cual deberemos dirigir a la tripulación atacando al barco enemigo. Si salimos exitosos lograremos abordar el barco enemigo y dará comienzo un combate en el que no solo participarán nuestros personajes activos, si no que la tripulación se unirá también a la batalla. Esperamos saber más de el sistema de navegación y sus posibilidades próximamente, pero la cosa pinta muy bien.
Para rematar estas primeras impresiones hablaremos un poco del sistema de combate, el cual es seguramente lo más parecido a la primera entrega. Se ha reducido el número de héroes activos en el grupo de 6 a 5 por cuestiones de equilibrio y ,parece ser, que también se ha tocado la IA enemiga y aliada, siendo ahora más compleja y ofreciendo un mayor número de posibilidades tanto para el ataque del enemigo como para programar lo que harán nuestros compañeros automáticamente al entrar en combate.
Detalles como el cast de hechizos para los magos ha sido mejorado y ahora podremos cambiar de objetivo sin tener que volver a empezar a castear el hechizo, algo que se agradece muchísimo y se aprecia bastante más lógico que en la entrega anterior. Los efectos de luz y animaciones de las habilidades se notan mucho mejor logrados y más realistas, sobre todo el de los magos, los cuales pueden montar rápidamente un verdadero espectáculo pirotécnico. En cuanto a enemigos y monstruos hemos visto de todo un poco en esta pequeña prueba: arañas, espíritus y hasta un coloso gigante… todo en ese ambiente desértico que caracterizan a estas dos pequeñas islas.
Conclusión de Pillars of Eternity 2: Deadfire
En conclusión debemos decir que estamos muy pero que muy emocionados por lo que nos puede ofrecer este Pillars of Eternity 2: Deadfire. El estudio desarrollador parece creer que la saga tiene potencial suficiente para llegar a más gente del sector que al nicho al que se dirigía la primera entrega. Es un juego algo más amable que el primero a la hora de exponerse y explicarse (salvo por el detalle de estar en inglés, algo que seguramente sea momentáneo). El género de rol necesita juegos que conserven la vieja esencia del papel y bolígrafo como lo hace este Pillars of Eternity 2, juegos con una carga argumental seria y adulta acompañadas de una narrativa digna de las mejores novelas de fantasía. Como hemos dicho, remarcad bien el 2 de Abril en vuestros calendarios chicos y chicas, porque lo que se nos viene encima es seguramente uno de los mejores títulos de este 2018.