Las continuas avalanchas de pirateos en los últimos tiempos no deja de cesar, la última actución de estos delincuentes informáticos ha sido una de las mayores acciones hackers que se puedan recordar. Seúl (Reuters), regulador de comunicaciones de Corea del Sur, ha hecho un comunicado donde dice que se ha filtrado información personal de unos 13,2 millones de usuarios de uno de sus juegos online por excelencia.
La compañía afectada por este acto bandálico es Nexon Corea, una de las principales editoras de juegos del país y el juego en cuestión es Maple Story. Nexon informó la tarde de ayer viernes día 25 de noviembre a la comisión de comunicaciones de Corea que habían descubierto una filtración de datos personales de jugadores registrados que llegaba a la cifra de 13,2 millones de usuarios. Aunque aseguraron que los datos extraidos eran de caracter personal, ninguno incluía número de tarjetas de créditos, ni transaciones finacieras ni ningún dato relacionado con dinero o bancos de los usuarios, es decir, que los únicos datos a los que los hackers puediero acceder han sido a ID de usuarios, números de registro, contraseñas y correos electrónicos, algo «parecido» a lo que pasó con Playstation Network hace poco.
Nexon, ha pedido a todos los usuarios que cambien sus contraseñas para una mayor seguridad y ha asegurado que las contraseñas y los registros estaban encriptados. Maple Story tiene unos 18 millones de usuarios, lo que implica que la filtración ha sido más del 75% de los usuarios, una cifra preocupante cómo mínimo.
Curiosamente, el próximo día 14 de diciembre, Nexon sacará a bolsa su filial japonesa con la que esperaba ganar alrededor de 910.000 millones de euros, cifra que se puede ver afectada por los recientes acontecimientos.
Nexon y la Comisión de Comunicación de Corea están trabajando conjuntamente con la policia y los expertos en seguridad informática para solucionar y encontrar la raiz de este problema, aunque aseguran que no será fácil ni rápido encontrar a un culpable, aunque lo que ahora mismo tiene prioridad es encontrar donde está ese «bug» por donde los hackers consiguieron extraer los datos y lo más importante, poner medidas para que esto no vuelva a pasar.