Hoy 27 de febrero, es un día muy especial. Hoy toda la Comunidad Pokémon (incluido yo) está de enhorabuena porque la franquicia Pokémon cumple 20 años. Dos décadas en las que los he visto crecer y evolucionar de maneras muy diferentes y dispares, hasta llegando a convertirse en mucho más que un simple juego con el que entretenerse durante horas. Pokémon ha sido, es y será mucho más que eso, por ello quiero celebrar el aniversario de esta saga tan importante para gran parte de los aficionados (en la que me incluyo), que sigue abarcando una gran variedad de edades, con este artículo personal. Y es que, por mucho que pase el tiempo, Pokémon seguirá siendo lo que siempre ha sido: un juego que no conoce de edades.
Para aquellos que nacimos durante la década de los 90, la gran mayoría crecimos con Pokémon. Crecimos junto a estas pequeñas, pero grandes criaturas que sin saberlo ya se estaban haciendo un pequeño hueco en nuestros corazones. Sin quererlo ni beberlo, durante mi infancia la gran mayoría de los niños (y no tan niños) poseían una Game Boy o Game Boy Color (mi caso), con la que disfrutar de los primeros juegos de los “monstruos de bolsillo”. Pokémon era el tema de moda (y lo sigue siendo), estaba en boca de todo el mundo y ocupaba gran parte de las conversaciones entre los más jóvenes en la calle u horas libres de clase como el recreo. Fue en el año 1999 cuando las Ediciones de Pokémon Rojo y Azul llegaban a Europa para Game Boy. En Japón se lanzaron durante el año 1996.
Tal fue el bum que cosecharon en Occidente, que posteriormente les siguió una serie de animación cuyo protagonistas serían Pikachu y un personaje llamado Ash Ketchum con la que acercaron, aún más, estas criaturas a mi mundo. Finalmente, la temporada se estrenaría poco después del lanzamiento de los videojuegos. Hasta el momento, dicha serie de animación sigue en emisión y cuenta con más de 900 episodios emitidos pasando por todas las generaciones lanzadas hasta la fecha.
A lo largo de estas dos décadas, aquellos que hemos continuado jugando Pokémon y disfrutando con cada una de sus entregas, hemos ido evolucionando al igual que cada una de sus criaturas. Viéndolos cambiar una y otra vez durante toda su historia y las diferentes consolas por las que han aparecido: Game Boy, Nintendo 64, Game Boy Advance, GameCube, Nintendo DS, Wii, Nintendo 3DS y Wii U. Y es que Pokémon no es un simple videojuego, es mucho más que esto. Durante todo este tiempo, la franquicia se ha visto aumentada de forma considerable abarcando diferentes hábitos mercantiles como anuncios publicitarios, muñecos, peluches, tazos, pegatinas, películas, tamagochis, todo tipo de dispositivos, cartas e incluso adaptaciones a libros y mangas. Pero a medida que las entregas principales de videojuegos cogían renombre y se hacían más populares, también empezaban a aparecer adaptaciones a otros tipos de géneros como el estratégico, cartas, puzzles, simuladores de combate e incluso cuentan con sus propias versiones pinball.
Pokémon me ha hecho disfrutar en muchos sentidos. Poco a poco se ha ido convirtiendo más en un sentimiento, una forma importante de mi vida, más que un ocio o un simple entretenimiento. Se ha convertido en uno de esos juegos que te marcan, por unas circunstancias u otras y que acaban siendo algo más. Gracias a estas criaturas pasé una infancia que jamás olvidaré, sobre todo por aquellos días intentando capturar a Mew con su «truco» del camión, los momentos de satisfacción a la hora de evolucionar un Pokémon (en donde hasta mi pobre madre, se veía involucrada en más de una ocasión) o cuando utilizaba el Cable Link para intercambiar o combatir con amigos (dispositivo con el que creía que los Pokémon existían y pasaban por el cable de verdad -ains, qué inocente era por aquél entonces-). Momentos que a día de hoy continúo disfrutando con cada nueva entrega que lanzan al mercado. Ha hecho que conozca gente de todos los lugares, amigos que jamás imaginaría tener, disfrutar y divertirme por cada combate, hasta incluso llegar a tener rivalidades sanas o crear lazos mucho más fuertes con mi propia familia. También ha hecho que millones de personas se hayan unido de forma pacífica compartiendo un mismo deseo: ¡Atraparlos a todos!.
Las raíces de Pokémon (por mucho que le pese a más de uno) no parecen marchitarse nunca, mientras que la unión, la fortaleza y el crecimiento de uno mismo y de la franquicia sigan adelante. Aún me queda mucho Pokémon que ver y disfrutar, así como a muchos más entrenadores por conocer, hacer amigos y conseguir nuevas rivalidades. Todo ello con un objetivo, el de crecer juntos.
Con vista al futuro, después de seis generaciones y uno de los remakes más esperados por todos: Pokémon Rubí Omega y Zafiro Alfa; la franquicia tiene mucho que contar todavía. Una nueva era se acerca, la Séptima Generación cada vez está más cerca y con ella nuevos caminos que descubrir y por los que luchar. Esto es una carta de un entrenador feliz por estos veinte años de especulaciones y diversiones que espera seguir disfrutando como aquél niño que en su día tenía 5 años.
Un saludo desde la Región de Hoenn. Espero que nuestros caminos se crucen y nos veamos en las nuevas regiones de Pokémon Sol y Pokémon Luna, durante los combates frenéticos de Pokkén Tournament e incluso por la calle para jugar a Pokémon GO. Gracias Game Freak por hacer de este pequeño niño algo diferente y que sea lo que hoy es.
Para acabar con este artículo y con el 20 Aniversario de esta magnífica saga, os dejo con un vídeo tributo que resume perfectamente esa sensación y ese sentimiento que describo con todas estas palabras.