Todos sabemos que por una circunstancia o por otra, los videojuegos nunca han sido de agrado entre las filas de la política de ningún país, y como es de esperar, este es un tema en auge ya que el entretenimiento digital cada día que pasa está más presente en nuestra sociedad.
Ahora es el caso de Irlanda. El país del trébol, los leprechauns y la buena cerveza se posiciona en contra de los videojuegos, pero no a grandes rasgos. La cuestión es que el nuevo primer ministro de Irlanda los señala como responsables de impedir el desarrollo de la imaginación de las jóvenes generaciones.
El tema trae cola, y es de esperar que esta noticia no es de buen agrado entre la comunidad gamer. Los jugadores solemos decir, –si no hago mal alguno a nadie, ¿por qué se ceban conmigo?-. Los motivos son de diversa índole, ya sea por ganar el voto fácil de generaciones anteriores que por desconocimiento siguen viendo a los videojuegos como “lavados de cerebro”, o porque simplemente prefieren desviar la atención de los medios en cuestiones de poca importancia a nivel nacional.
El caso es que el señor Michael D. Higgins de 70 años de edad, (un chaval que sabe de lo que habla, vamos) se ha cebado contra la industria del videojuego y la televisión. Para él y su gobierno estos dos medios son culpables de que los jóvenes de la actualidad no sepan divertirse usando su imaginación. Vamos, que si les apagas la consola se pegan un tiro y no saben que hacer, según el señor presidente claro está.
“Es posible formar la impresión de que muchos de los niños de hoy no aprecian completamente el placer de refugiarse en su propia imaginación, prefiriendo gastar su tiempo con juegos de ordenador, viendo televisión o jugando con juguetes electrónicos pre-programados”.
Mi opinión deja de ser objetiva, ya que soy un gamer más que le gusta “echar una pachanga” de cuando en cuando, si es que uno dispone de tiempo libre. Evidentemente los muchachos que vienen detrás nuestra gozan de más privilegios y tiempo libre por disfrutar, y también sabemos que estos dedican grandes horas de su tiempo de ocio en los videojuegos, pero temas a parte, no se vosotros, pero yo no paro de ver muchachos de corta edad compartir su afición por los videojuegos con otras actividades. Es de comprender que todo en exceso es malo, no solo los videojuegos. No creo que haya nada de malo en que alguien dedique parte de su tiempo libre en jugar libremente a la consola siempre y cuando haya una figura que le indique que demasiadas horas de juego dejan de ser buenas, pero ahí entra en juego la figura paterna y ese es otro tema.
En definitiva, ¿los videojuegos coartan la imaginación? Falso, creo que incluso la alimentan, y seguro que si dejas a un centenar de chavales sin consola durante una semana dudo mucho que se aburran sin saber que hacer porque “su imaginación se ha visto reducida por culpa de los videojuegos”.
Esperaría que cada vez que leo una noticia de este tipo fuese un poco más seria y se aferrase a pruebas contrastadas y fundamentadas y no ideas salidas del folio de un presidente que piensa más en votos que en el bienestar real de su país.
Esperaremos hasta la próxima noticia que ponga nuevamente a caldo aquello que tanto nos gusta y que parece ser que el resto odia, o más bien, ignora.
Ahora mi pregunta a la comunidad Gamer… ¿creéis que os habéis quedado sin imaginación?