Con la creciente popularidad de los ARPG inspirados en Diablo, cualquier nuevo título que busque abrirse camino en este género debe ofrecer algo verdaderamente único para destacar. Frente a gigantes como Path of Exile, Last Epoch, Torchlight y Titan Quest, Dragonkin: The Banished, desarrollado por Eko Software y publicado por Nacon, apuesta por una propuesta que combina elementos clásicos del género con mecánicas innovadoras. Tras jugar varias horas con una versión preliminar, puedo afirmar que este juego tiene el potencial de cautivar a los amantes de la personalización profunda y los sistemas de builds complejos.
Un mundo de dragones
Dragonkin: The Banished nos sumerge en un mundo de fantasía oscura donde los Dragonkin, una raza descendiente de dragones, luchan por recuperar su lugar tras ser desterrados. La ambientación es uno de los puntos fuertes del juego, con un diseño artístico que combina arquitectura medieval y elementos fantásticos para crear un universo visualmente atractivo. Los entornos, desde aldeas en ruinas hasta templos antiguos, están llenos de detalles que invitan a la exploración. Además, la narrativa promete ser rica y envolvente, con decisiones que afectan el mundo y sus habitantes, lo que añade una capa de profundidad a la experiencia.
![Dragonkin: The Banished](https://www.gameit.es/wp-content/uploads/2025/02/SCREENSHOT_13-1024x576.png)
Combate fluido y estratégico
El combate en Dragonkin: The Banished es una mezcla de acción rápida y estrategia. Podremos elegir entre tres clases iniciales (que serán cuatro cuando avance el acceso anticipado), cada una con un estilo de juego único que se adapta a diferentes preferencias y estrategias. El oráculo es un maestro de las artes mágicas, especializado en ataques a distancia y habilidades de control que permiten manipular el campo de batalla desde la retaguardia. El caballero, por su parte, es un guerrero equilibrado que combina defensa sólida con ataques cuerpo a cuerpo precisos, ideal para quienes prefieren un enfoque táctico y resistente. Por último, el bárbaro es la opción para los amantes del caos y la acción frenética, con habilidades que priorizan el daño bruto y la movilidad, permitiéndole saltar al corazón de la batalla y arrasar con los enemigos. Cada clase no solo ofrece una experiencia de juego distinta, sino que también se integra de manera única con el sistema de Matriz Ancestral, permitiendo una personalización profunda de habilidades y builds.
El sistema de combate recompensa la creatividad, permitiendo a los jugadores encadenar habilidades para crear combos únicos. Sin embargo, lo que realmente destaca es la integración de los wyrmlings, pequeñas criaturas dragón que te acompañan y lanzan ataques elementales. Los wyrmlings no son simples compañeros; son una parte integral de tu build. Estas criaturas pueden tener uno de cuatro elementos (Fuego, Eléctrico, Tóxico o Hielo), y sus habilidades se colocan en la Matriz Ancestral junto a las tuyas. Cuando se colocan correctamente, los ataques de tu wyrmling se sincronizan con los tuyos, creando combos elementales que arrasan con los enemigos. Esta mecánica añade una capa adicional de complejidad y recompensa la planificación meticulosa.
![Dragonkin: The Banished](https://www.gameit.es/wp-content/uploads/2025/02/SCREENSHOT_06-1024x576.jpg)
La Matriz Ancestral: un sistema de builds revolucionario
El núcleo de Dragonkin: The Banished es su sistema de personalización, centrado en la Matriz Ancestral. Este mecanismo permite a los jugadores crear builds únicos combinando habilidades, equipo y movimientos de los wyrmlings. La Matriz es una red de hexágonos interconectados donde puedes colocar Fragmentos, que contienen habilidades o modificadores pasivos. La clave está en cómo colocas estos Fragmentos: algunos interactúan entre sí, otorgando bonificaciones adicionales y potenciando habilidades de formas inesperadas.
Durante la aventura, pasaremos alguna que otra hora reorganizando la Matriz para maximizar el potencial del personaje. La falta de espacio añade una capa adicional de estrategia, ya que cada Fragmento colocado puede marcar la diferencia entre una habilidad mediocre y un combo devastador. Este sistema no solo es profundo, sino también adictivo, convirtiendo la creación de builds en un rompecabezas gratificante.
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Exploración y endgame
La exploración en Dragonkin: The Banished es sólida, con un mundo lleno de secretos y desafíos que recompensan la curiosidad. Los entornos están cuidadosamente diseñados, combinando arquitectura medieval con elementos fantásticos para crear una atmósfera inmersiva. Además, las decisiones que tomas afectan a los NPCs y al mundo, lo que añade profundidad a la narrativa.
Además del mundo, podremos adentrarnos en la Ciudad de Montescail, el último refugio de la humanidad y el epicentro de la experiencia. Esta ciudad no es simplemente un escenario más, sino un centro neurálgico donde los jugadores podrán desarrollar a sus héroes a través de una amplia variedad de servicios. Montescail alberga comerciantes, almacenes y talleres donde los jugadores podrán intercambiar recompensas, fabricar armas y armaduras, y personalizar sus equipos para adaptarlos a su estilo de juego. Lo que hace verdaderamente única a Montescail es su naturaleza evolutiva. A medida que los jugadores progresan y acumulan Prosperidad, podrán invertir en la reconstrucción de la ciudad, desbloqueando nuevos comerciantes y servicios exclusivos. Esta mecánica no solo añade profundidad al juego, sino que también permite a los jugadores diseñar estrategias de desarrollo personalizadas, priorizando mejoras específicas según sus objetivos. Montescail se convierte así en un reflejo del progreso del jugador, un lugar dinámico que crece y se transforma junto a su héroe.
El endgame promete ser variado y desafiante, con enemigos que requieren estrategias específicas y un sistema de loot que incentiva la repetición. Durante mi incursión, encontré equipo nuevo y Fragmentos que me permitieron seguir optimizando mi build, lo que sugiere que el juego mantendrá a los jugadores enganchados durante horas.
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Un apartado técnico con margen de mejora
Aunque el apartado artístico está bastante bien desarrollado, con personajes detallados y entornos, el aspecto técnico muestra algunas limitaciones. Los efectos visuales y las animaciones son sólidos, pero la sincronización labial y algunos detalles de los NPCs podrían mejorar. El apartado sonoro, por su parte, es funcional y atmosférico, con una banda sonora que adapta su intensidad según la situación, aunque los efectos de sonido en combate pueden volverse repetitivos.
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Conclusión de Dragonkin: The Banished
Dragonkin: The Banished es un ARPG que apuesta por la personalización profunda y la complejidad estratégica. Su sistema de Matriz Ancestral es una adición fresca y adictiva al género, y la combinación de habilidades entre el jugador y su wyrmling añade una capa adicional de profundidad. Aunque el apartado técnico tiene margen de mejora, el núcleo del juego es sólido y promete horas de experimentación y diversión para los amantes de los builds.
Si buscas un ARPG que vaya más allá de lo convencional y te ofrezca un sistema de personalización profundo y desafiante, Dragonkin: The Banished podría ser tu próxima obsesión. El juego llegará a Early Access en Steam el 6 de marzo, y estamos ansiosos por ver cómo evoluciona tras su lanzamiento.