[Primeras impresiones] Haunted Bloodlines, el juego pasillero por excelencia

Dentro de los juegos de terror encontramos bastante variedad a la hora de catalogarlos, pudiendo encontrar walking simulator, survival horror, juegos de sigilo… Entre estos subgéneros se encuentran los títulos pasilleros, quizás uno de los más sencillos de realizar ya que no suelen salir de un par de habitaciones. Recientemente hemos tenido acceso a la demo de Haunted Bloodlines, lo que nos ha permitido probar su comienzo y ver qué es lo que tiene que ofrecer y, por desgracia, no es mucho.

Todo comienza, y esto lo sabemos por el resumen de la página en Steam ya que la demo cuenta entre poco y nada, que hemos heredado una mansión en medio de un gran bosque. Cuando llegamos allí descubrimos que la hacienda está plagada de fantasmas y que la exploración de la casa no va a ser sencilla, ya que hay algo que nos está buscando.

También descubrimos ciertas reliquias curiosas como por ejemplo un reloj. Aquí vemos una mecánica que nos ha gustado bastante y es que nos permitirá cambiar la hora del día para ver retazos de la historia de nuestra familia, algunos amenos como una cena familiar y otros no tan divertidos. Hay otra mecánica que podría estar interesante si se llegara a usar realmente como es la de nuestra cordura, muy al estilo de La llamada de Cthulhu. Cuando estamos en zonas oscuras o algo nos acecha nos pondrá en peligro, pero tampoco es algo que realmente acabe haciendo nada. Hay pastillas para mejorar la situación y también podremos acercarnos a una luz para calmarnos, pero desde luego en toda la demo que hemos probado no ha sacado nada más allá de un mensaje de peligro.

Haunted Bloodlines, el cual hemos jugado en PC, está terriblemente orientado a consolas, algo que se ve mucho en los menús. En ese sentido le queda mucho que pulir y es que no son nada intuitivos, hasta el punto de que cuesta encontrar los libros que hay que leer sí o sí para poder avanzar en algunos puzles. Una vez tenemos todas las bases del juego descubiertas, la cosa se vuelve terriblemente lineal.

Básicamente lo único que tenemos que hacer es recorrer el mismo pasillo una y otra vez interactuando con los objetos que se van cambiando. De vez en cuando nos permitirá abrir una puerta o pasar a un nuevo pasillo, pero eso es todo. Un fantasma nos da caza y una vez tenemos que escapar de él, otra escondernos… La IA al final también ha demostrado ser un problema y es que justo al final no hace lo que debiera, o eso nos ha parecido a nosotros. Los puzles que encontramos fueron más bien escasos, pero para nada complicados. Es otro punto a mejorar

Otro aspecto que no nos ha gustado demasiado ha sido el fantasma que nos sigue. No está nada mal recreada, pero le han puesto una cara poco perturbadora por no decir que parece maja. En algunos momentos tienes que pasar de ella y no da absolutamente ningún miedo, algo poco recomendable en un juego como este. Además, el sonido no acompaña demasiado y si bien es cierto que algunas lámparas al romper la bombilla puede darnos algún susto, del fantasma que debería ser su fuente principal pocos hemos tenido.

Por último, el apartado técnico de Haunted Bloodlines necesita un repasito urgente. No puede ser que en un equipo con un i7 13600k y una RTX 4070 Ti Super tengas parones y bajadas de FPS, en algunos casos molestas. Gráficamente es decente, pero no está nada bien optimizado.

Conclusiones de Haunted Bloodlines

Este nuevo juego de terror puede tener algunas buenas ideas entre sus mecánicas, pero es demasiado repetitivo para disfrutarlo en su estado actual. Ya sin contar los problemas de rendimiento, su fantasma y su principal atracción no da miedo alguno, con una demo que no nos ha vendido el juego en absoluto. El reloj y cómo se usa unido a la idea de la cordura del personaje puede darnos buenos momentos, especialmente si los implementan bien. El problema es que resulta totalmente previsible, con una IA bastante mala y con muy poco por decir casi nada de terror. Veremos cómo es su versión definitiva pero por ahora tienen bastante trabajo por delante.