Mentis-Games-Digital es un pequeño estudio gallego que previamente centraba sus esfuerzos en el desarrollo de juegos de mesa. Este bagaje creativo les ha permitido experimentar con la creación de experiencias tácticas y estratégicas en juegos físicos, un enfoque que ahora están trasladando al ámbito digital. Con la llegada del Steam Next Fest, han presentado su primer proyecto de videojuego, Tower Invaders: Guardian of the Yew-Wand, una demo que muestra su entrada en el género roguelite con influencias de los clásicos arcade.
Aunque la demo deja claro que se trata de un título indie, el juego promete una propuesta interesante dentro de su nicho. Los jugadores deberán ascender por una torre mágica enfrentándose a hordas de enemigos, combinando poderes mágicos y tomando decisiones estratégicas en cada sala. Tower Invaders se perfila como una opción para aquellos que buscan una experiencia arcade con mecánicas roguelite accesibles y variadas.
¿Suena interesante? Pues os invitamos a seguir leyendo para conocer nuestras primeras impresiones sobre esta propuesta.
Toda torre tiene su historia
En Tower Invaders: Guardian of the Yew-Wand, el jugador asume el rol de un mago o aventurero que debe ascender por una misteriosa torre dividida en tres niveles: la Mazmorra, la Torre y el Laboratorio. Cada uno de estos niveles está custodiado por un jefe final y sus esbirros, y para avanzar, es necesario derrotar a estos guardianes, a la vez que se recogen varitas mágicas con diferentes combinaciones de energías elementales.
La narrativa sigue un esquema clásico de progreso, donde el protagonista mejora sus habilidades mágicas mientras supera desafíos en cada sala, con la meta de obtener la poderosa Varita de Cedro. Esta varita, que contiene todas las energías mágicas, representa el máximo poder que se puede alcanzar dentro del mundo del juego, lo que da a entender que es la clave para derrotar al enemigo final y dominar la torre.
Aunque la demo presenta una historia simple, el juego tiene el potencial para desarrollar un lore más profundo. La premisa del poder escondido dentro de la torre y las diferentes escuelas de magia ofrecen una base sólida para una narrativa más rica, que podría expandirse en la versión completa. El camino hacia la Varita de Cedro no solo implica mejorar en combate, sino también tomar decisiones estratégicas sobre cómo afrontar cada reto, lo que podría agregar una dimensión narrativa más interesante a medida que se profundiza en el trasfondo de la torre y sus guardianes.
Una Varita de poder te guiará
La jugabilidad de Tower Invaders: Guardian of the Yew-Wand sigue un enfoque arcade sencillo pero desafiante. En cada sala de la torre, los jugadores deben enfrentarse a hordas de enemigos que atacan desde diferentes direcciones, mientras deciden si atacar, defenderse o evitar que los enemigos alcancen su área, ya que cada golpe les causa daño. Este diseño evoca a los clásicos juegos de arcade, donde no solo la ofensiva es fundamental, sino también una estrategia defensiva eficaz.
El combate gira en torno al uso de varitas mágicas, las cuales permiten tanto ataques rápidos como el uso de poderes más poderosos que requieren un tiempo de recarga. Esto obliga al jugador a ser estratégico, considerando cuidadosamente cuándo usar cada tipo de ataque. En las salas oscuras, una mecánica interesante consiste en utilizar un haz de luz para iluminar el entorno y detectar de dónde provienen los enemigos antes de atacarlos. El ataque rápido puede rebotar en las paredes, lo que recuerda a títulos arcade como Puzzle Bobble, donde el jugador debe manejar la varita con precisión y aprovechar los rebotes para maximizar los impactos.
Conforme se avanza, la elección de caminos se vuelve clave para alcanzar el objetivo principal, ya que estos varían en cada partida, lo que aporta rejugabilidad y mantiene la experiencia fresca. Algunos enemigos son sencillos, pero otros están equipados con defensas, como escudos, lo que exige un ajuste constante en la estrategia, combinando ataques rápidos con poderes más lentos pero devastadores.
Los jugadores tienen la oportunidad de mejorar sus poderes mágicos y habilidades a medida que superan salas. La correcta gestión de los ataques recargables frente a los rápidos, junto con el aprovechamiento del entorno, proporciona una experiencia de acción estratégica que se vuelve más profunda con cada nivel.
El juego es ideal para partidas cortas, ofreciendo esa dosis de nostalgia arcade que muchos jugadores buscan. Aunque la demo solo muestra una parte del potencial del juego, deja entrever una base sólida con un sistema de combate interesante, capaz de alcanzar un nivel de diversión muy prometedor.
Nostalgia gráfica
El apartado gráfico de Tower Invaders destaca por su enfoque clásico en 2D, con una perspectiva cenital que evoca la esencia de los juegos arcade de los años 80 y 90. El estilo visual apuesta por lo retro, con personajes y enemigos que, aunque caricaturescos, cuentan con detalles suficientes para que la acción se desarrolle de manera clara y fluida. Los fondos, con elementos como paredes de piedra, enredaderas y calaveras, aportan un toque medieval y oscuro, creando una atmósfera de fantasía que refuerza la experiencia de juego.
El uso del color es clave, generando contrastes entre los entornos oscuros y los efectos brillantes de las habilidades mágicas que usa el jugador. La varita, que es el arma principal, proyecta un haz de luz que resulta fácil de manejar y visualmente atractivo, aportando dinamismo al combate. Los efectos visuales de los ataques, como bolas de fuego o rayos de hielo, ofrecen una sensación de poder y variedad, haciendo que cada enfrentamiento se sienta diferente y lleno de acción.
El mapa de progresión, donde el jugador selecciona las rutas entre las distintas salas, tiene un diseño minimalista, con iconos bien diferenciados que representan cada desafío. Aunque funcional, es probable que algunos elementos de los menús y del mapa reciban mejoras a medida que el desarrollo del juego avance hacia su versión final.
Sin dudarlo, Tower Invaders logra una experiencia gráfica que nos transporta a la nostalgia de los clásicos retro, pero sin dejar de ser coherente con la acción y las mecánicas actuales que propone.
Conclusiones de Tower Invaders: Guardian of the Yew-Wand
Tower Invaders: Guardian of the Yew-Wand es un título indie que, a pesar de su sencillez, logra capturar la esencia de los clásicos arcade con un enfoque roguelite accesible. Su jugabilidad estratégica, junto con su estética retro y la constante mejora de poderes, crea una experiencia entretenida para sesiones cortas, especialmente atractiva para los amantes de la nostalgia arcade. Aunque su historia y gráficos aún pueden expandirse y pulirse más en la versión completa, la demo promete una sólida base para un juego con potencial.
Si queréis probar la demo de Tower Invaders, no dudes en ir a su página de Steam y de paso añadirlo a vuestra lista de deseados.