PS4 Vs Xbox One, Xbox One Vs PS4. Así podemos resumir estas últimas semanas de noticias si cogemos todos los medios webs de información de videojuegos y los pasamos por la thermomix.
–Ps4 es más potente que One-, –One es mejor porque está más optimizada-, -teraflops, teraflops, teraflops-... y así sucesivamente. Nos podríamos tirar horas y horas recopilando toda la información que ha ido siendo vertida sobre el asunto, pero os ahorraremos leerla, ya que toda ella en su mayoría no sirve para nada, ¿por qué? porque todo son elucubraciones y medias tintas que bien podrían alimentar una buena telenovela para la sobremesa. Os animo a que en los comentarios me dejéis nombres para la novela en cuestión, a ver el más original. Pero vamos al quid de la cuestión, ¿qué está pasando? Pues muy sencillo: hype, sensacionalimos y amarillismo. Información, si, pero desinformada.
En cada salto generacional, cuando hay dos marcas de peso con sus respectivos sistemas, siempre se ha llegado al punto de medir miembros, en este caso especificaciones técnicas, y evidentemente nunca van a ser iguales dos máquinas, cada una tiene sus virtudes y defectos. Si hace varias generaciones estas batallas las protagonizaron Sega y Nintendo, ahora es el turno de Sony y Microsoft (ya que como bien sabemos, Nintendo se ha desmarcado completamente del asunto). Las consecuencias llegan a los medios de comunicación que aprovechan las circunstancias para sacar tajada y brindarnos unos titulares que sinceramente, llamarlos sensacionalistas es quedarse corto. El amarillismo ha llegado al mundo del videojuego, y la preocupación por esto último va en aumento.
Pero la última perla que hemos leído es la que ha propiciado tal artículo. Esta viene de nuestros compañeros de EDGE, especialistas en esta clase de noticias. Si ya nos sorprendieron con la portada más fanboy que uno pueda haber visto en un medio «serio y objetivo«, ahora llegan con unas informaciones «anónimas» que, si bien el titular desprende unas sensaciones, el contenido otras muy distintas, pero el final del mismo es completamente adverso a lo enunciado.
Lo peor no es que un medio sensacionalista se haga eco de sus «fuentes anónimas» (misterio, misterio), sino que el resto de la prensa «especializada» haya cogido el titular y lo haya posteado, tal cual, en sus portadas. ¿Qué está pasando? ¿Es la era de la información o la desinformación dando credibilidad a fuentes anónimas? Esto recuerda al juego del teléfono roto.
Resumen de la historia a groso modo:
Un tío que escribe en EDGE ha tenido una conversación con unas fuentes anónimas. El individuo anónimo (que bien podría ser tu vecino del cuarto o un desarrollador, eso no lo sabremos) le comenta una serie de informaciones sin datos técnicos ni nada demostrable (hasta unas pruebas in-situ sin optimización varia, que tampoco veremos) que citan una superioridad aplastante de una plataforma sobre otra. El redactor la incluye en su web con un titular picante, de esos que gustan para ganar visitas. Sin embargo el contenido del artículo parece no tener sentido con el titular, donde finalmente se comenta que no existen diferencias y posiblemente la balanza cambie de lado, que todo depende del tiempo y de la optimización (pero el titular picante ya te lo has comido, con patatas incluidas, y tu ya has picado). Se monta la de dios. La noticia corre por todos los blogs del mundillo, y es entonces cuando viene lo peor. El artículo sensacionalista salta a los medios «serios». Lo mejor del asunto es que los medios rigurosos y objetivos, lejos de quitar hierro al asunto, en lugar de comentar todo de manera fidedigna, aprovechan el titular y resumen aún más un artículo cogido con pinzas citando los párrafos más polémicos y omitiendo palabras condicionales, (diferencia importante entre «ser» o «poder ser») para que en la afirmación la gente encuentre la guindilla y la necesitad de pulsar botones como «me gusta» y «tweet». Resultado: la «noticia» ha recorrido todo el mundo de la información gamer. Un artículo sensacionalista sin base ni fuente demostrable, ha copado las portadas de toda la prensa especializada. Está claro que en el mundo de la información gamer todos tenemos un problema, y no pequeño.
Evidentemente, a servidor las diferencias de hardware le parecen perfectas. Que una plataforma llegue a ser más potente que otra es lo mejor que nos puede pasar como consumidores. Es ahí donde radica la competencia y el ofrecer mejores servicios y precios para ser competitivo frente a su rival. Saldremos beneficiados. Pero independientemente de potencia y demás historias, el tema de la credibilidad de si esto es cierto o no, y todo este batiburrillo formado de miembros viriles de consolas, uno ya no sabe que pensar. Hace unos meses, una eminencia en el mundo gamer como es John Carmack, dijo en la Quakecon que «One y PS4 son prácticamente iguales«, ahora llega «una fuente anónima» y dice que no, que es todo lo contrario, luego llega Ken Levine y opina como Carmack, luego otro desarrollador (de People Can Fly), comenta una diferencia de rendimiento palpable, aunque luego recula (foros de Neo Gaf)… ¿A quién creer? Se vislumbra la doble moral de la publicación en estos casos.
Como fan de PlayStation y de Microsoft uno debe sentirse altamente contrariado. ¿Donde nos podemos informar con credibilidad? Cuando los intereses comerciales priman sobre los de la veracidad todo se torna de un color grisáceo, y sinceramente querido lector, al final el perjudicado eres tu. Serás desinformado y creerás cosas que no tienen base. ¿Manipulación? ¿engaño? = Beneficios.
Menos mal que día a día la gente va demostrando criterio y lejos de los «fanboysmos» incipientes en esta nueva generación existe otro grupo de jugadores con una mente más despierta que sí ponen el grito en el cielo ante tales acontecimientos, independientemente de la plataforma. Objetividad.
No quiero incitar a nadie a que deje de entrar en determinados medios, pero si comentar que cuando leáis un artículo en cualquier publicación, tener claro cosas muy importante como si se trata de un rumor, si es un dato sin base, la fuente indicada… pero que no se manipule la información de cara al usuario y sepamos cuando algo es oficial y cuando no.
Posicionamiento en favor de la información. No al amarillismo.
[Una fuente anónima]