Resident Evil 7, es la nueva iteración numerada de una de las sagas más influyentes de la historia de los videojuegos. Hablar de este juego y hacerlo en este momento, o sea, cuando ya hay numerosos análisis publicados me da cierta perspectiva, evidentemente restará visitas pero ese es otro tema. Hablar de Residente Evil, no sólo es hablar de una saga de videojuegos (también presente en el cine), es hacerlo de una franquicia que ha ido mutando como el mismo virus-T. Y es que la saga que comenzara allá por el año 1997, bajo la dirección de Shinji Mikami, y que popularizara el «survival horror» ha ido variando en su perspectiva, en sus mecánicas y porque no decirlo hasta en su ADN.
Este análisis que estáis leyendo o eso espero, no va ser el típico análisis/review descriptivo, me gustaría profundizar más allá de los gráficos, la duración y demás apartados típicos para acercarnos a la obra de una manera más conceptual e ideológica, vaya para que me entendáis hacer más una crítica de cine que un análisis. Pero antes de pasar a ello, voy hacer los deberes al menos parcialmente y esto pasa por hablaros de como es el juego y no sobre lo que pretende o lo que nos cuenta, así que como me decía mi madre: «primero termina la tarea y después puedes bajar a la calle», eran otros tiempos…
Residident Evil 7 cambia por completo el punto de vista de su predecesor. Residente Evil 6 era una amalgama de tres historias (Leon S. Kennedy, Chris Redfield y Jake Muller) con semejanzas pero con enfoques diferentes en cada caso. Por ejemplo la parte de Chris Redfield, estaba más centrada en los tiroteos al estilo Gears of war, popular en aquella época. Este nuevo juego pasa a la vista subjetiva, o sea nos posicionamos en los ojos del protagonista Ethan Winters y vemos lo que él ve.
Con este movimiento Capcom abraza la tendencia más fructífera de la actualidad, que vemos en productos como Outlast o la exitosa y añorada demo de Kojima y Del toro, la extinta P.T. Se podría decir que este movimiento es ventajista, o como se hizo antaño en busca de lo popular y al final lo puramente comercial. Aunque quizás en parte tengan razón no puedo estar del todo de acuerdo, pero de eso ya hablaremos después sigamos con los deberes. Junto con el cambio de vista también tenemos un cambio conceptual y de diseño, la acción aventurera o pasillera de las propuestas más modernas deja paso a la exploración y a el hecho de tener que revisitar un escenario de manera más o menos repetida. Así pues, para simplificar tenemos un escenario que se va expandiendo a medida que vayamos solucionando puzles y donde nos iremos topando con los enemigos de manera puntual o programada. Sí, en este punto los más talluditos seguros que estarán dando palmas con las orejas, vuelven los puzles, las llaves y algún que otro acertijo, no al nivel de las primeras obras pero si al menos de manera mencionable y actualizada. Al igual que tenemos puzles, también nos vuelven a acompañar en el viaje la gestión del inventario, sin ser tan estricta como antaño de nuevo Resident Evil 7 tira de la nostalgia del fan al que ya le asoman canas.
Con todo esto vengo a deciros que sí es cierto lo que dicen la nueva obra de Capcom, aúna lo clásico y lo actual y cuando no es así, actualiza lo que resultaba anticuado. Esta fórmula de vuelta a las raíces no la ha inventado Capcom y no está exenta de errores e incluso polémicas, pero lo que sí podemos asegurar es que tenían esta intención y al menos a grandes rasgos lo han conseguido.
Una vez expuestas las bases del juego y contextualizarlo, vamos con nuestra opinión al respecto a la nueva obra de Capcom, que a mí entender es un paso hacia adelante pero mirando por el retrovisor, y es que como sabréis los buenos conductores, antes de adelantar siempre es necesario mirar atrás y a nuestros alrededores. Resident Evil 7 rescata conceptos como el de supervivencia, el de la administración de ítems, claramente traídos con el «Delorean» y otros más de moda o actualidad como la primera persona para los juegos de terror.
Traído por Marty McFly
La supervivencia, es sin duda uno de los puntos estrella y es que de manera inicial este juego nos trasmite desasosiego. Sentimos que realmente no sabremos como escapar o cuales son las artimañas más convenientes para avanzar en el juego. De hecho en las primeras horas de Resident Evil 7 nos invade un sentimiento de indefensión total muy conseguido y que por momentos me trasladó/teletrasportó a uno de los mejores juegos que he jugado en los últimos años, Alien Isolation. Tristemente esta sensación irá desapareciendo según avancemos en el juego y conforme el efecto sorpresa y nuestro arsenal vayan creciendo. Pero… que nos quiten lo bailado.
La gestión de recursos, igualmente deudor del «survival horror» clásico y que es traído esta vez con un acierto algo menor que el punto anterior. El jugador medio de ahora no soportaría quedarse atascado en una zona u otra por una mala elección de arma o de otro objeto. El concepto está de vuelta sí, pero…con algo de miedo y a menudo se nos atiborra de ítems en zonas donde el programador sabe que van a ser necesarios, por ejemplo, es habitual conseguir armamento abundante justo antes de una lucha encarnizada o si nos espera un «boss». Mi opinión aquí aunque pueda parecer contraria no lo es, la gestión está pero más como despiste o guiño que como algo realmente importante y a mí personalmente esto no me desagrada.
Fin de los deberes
Aclarados estos conceptos me gustaría adentrarme en el meollo en el planteamiento general y en la narrativa del mismo. Capcom tras el desmedido y descomunal Resident Evil 6, busca en esta séptima parte un planteamiento mucho más comedido, más cercano, más real y a la vez más espeluznante, y no una infección global a la que aniquilar a base de munición. Muchos han querido compararlo con juegos independientes como Outlast o con P.T. pero si os soy sincero a mí me ha recordado más a Condemned, un juego de Monolith Productions del año 2005 muy recomendable, que por el tiempo transcurrido y la tibia repercusión que tuvo muchos han olvidado.
Resident Evil 7 se hace fuerte precisamente ahí, en lo probable en lo plausible, a pesar de que no es perfecto e incurrir en ocasiones en incongruencias de diseño o de guión, el juego nos mete en la piel del protagonista Ethan y su viaje es el nuestro. Narrativamente se busca huir de lo establecido cambiar el escenario imaginable y sus protagonistas. Desde luego el título consigue crear la intriga necesaria pero también algo de confusión, pues el sistema de «notitas» desperdigadas por el escenario puede estar bien de inicio pero el juego corre el peligro de dar al jugador demasiado poco o peor aún dárselo demasiado tarde. Así pues, mi opinión al respecto es que el juego se explica bien a veces y otras no tanto, al igual que tiene pasajes realmente brillantes y otros no tanto, no me malinterpretéis la experiencia me ha gustado como se suele decir con las atracciones de feria:»repetiría», pero esto no quiere decir que no haya cosas mejorables.
Conclusión de Resident Evil 7
Yo al igual que muchos de vosotros suelo venir directamente a esta parte, algunos vais directos a la nota y sólo los más incautos y/o aburridos leen todo el texto, así que como siempre digo, intentaré condensar las ideas y dar lo mejor de mí en este pequeño párrafo.
Resident Evil 7 es una obra marcada por el cambio, cosa más o menos habitual en la saga, y un cambio debido no al descalabro económico, ya que Resident Evil 6 obtuvo unas ventas espectaculares, si no por el clamor popular del fan real de la saga. Así que, es difícil criticar a Capcom por este hecho y yo no seré quien lo haga. Este nuevo juego se alza como un “mecha” construido a piezas, unas de este siglo, otras del anterior pero todas ensambladas de tal manera para que el robot siga en pie y dando guerra. Da más miedo que los anteriores, sí; la ambientación está más cuidada sí, el control no es cien por cien fiable, pues sí; y algunos enfrentamientos con los jefes finales son poco ortodoxos pues también. Pero en términos generales es un buen producto.
Si algo podemos criticar de Resident Evil 7 desde luego no es su inicio, ni su premisa, sino más bien el hecho de que da lo mejor de sí en las primeras horas y hacia la mitad del juego. El epílogo que supone el cambio de protagonista (en el último tercio) y deterioro de las bases sobre las que se asentaba el juego según nos acercamos al final son sus mayores pecados. Pero no quiero terminar con un mal sabor de boca, el juego no lo merece, os enumerare algunas de sus virtudes para casi finalizar: conseguida ambientación con unos gráficos que ayudan, sensación de indefensión (sobre todo en la primera mitad), momentos muy gore e incluso perturbadoramente macabros, un control tosco sí pero que nos meterá la tensión en el cuerpo. En definitiva y para no enrollarme más, este nuevo Resident es un buen juego dentro de la saga, que no inventa nada, ni apadrina ningún género pero que conecta con los fans clásicos y reviste de unos valores de producción altos a los juegos de terror indie que tienen un gran éxito hoy en día. Recomendable.