RISTAR: Una estrella realmente brillante del universo de SEGA Megadrive
Se habla que fue uno de los posibles diseños de la que acabo siendo la mascota de Sega, o quizás un posible compañero para sus aventuras. Pero lo cierto es que Ristar: “The Shooting Star” se ha ganado merecidamente el protagonismo en su primer y único juego.
La trama que desarrolla:
(tal como indica el manual europeo)
En una galaxia muy lejana hay un sistema solar lleno de planetas misteriosos y criaturas maravillosas. Todo ha transcurrido pacíficamente durante un milenio, hasta ahora.
El pirata espacial, Greedy, es un líder tirano de un malvado ejército espacial. Ha decidido apoderarse de este maravilloso sistema solar y convertirlo en el nuevo cuartel de su creciente ejército. La enrevesada conspiración de Greedy consiste en lavar el cerebro a los líderes de todos los planetas y forzarlos a obedecerle. Incluso el héroe legendario del sistema solar fue capturado, y es ahora prisionero de Greedy.
El planeta Neer/Flora hace una última y desesperada petición de ayuda. Ristar, el hijo del héroe espacial, responde a la angustiosa señal. Aunque joven e inexperto, Ristar es valiente y determinado, y la única esperanza del sistema solar. Ristar deberá viajar de planeta en planeta y liberar a los manipuladores líderes del control del malvado Greedy y finalmente capturarle a él. Si el joven héroe tiene éxito, restablecerá la paz de antaño en los felices mundos de su sistema natal y liberará a su padre.
¿Que tal se ve? ¿Como son sus gráficos?:
Al primer golpe de vista, podemos darnos cuenta de que nos encontramos con uno de los juegos más bonitos de Megadrive, tanto por los diseños, como por el acertado uso de la paleta grafica empleada. Los personajes están muy detallados, y aunque son muy infantiles, no dejan de ser muy agradables, sin caer en algo demasiado edulcorado o tópico.
Dada la temática del juego, los gráficos cumplen su papel a la perfección, creando una atmósfera de cuento bastante lograda. Pero sin duda, el carisma del grafismo recae mas en Ristar y en los enemigos finales, siendo estos últimos de un tamaño considerable, aunque mas escasos en sus animaciones.
Por el contrario, también hay que decir, que algunos enemigos son algo repetitivos, con únicamente leves variaciones en los distintos niveles, aunque todos ellos con un punto simpático que harán que no nos cansemos de machacarlos.
Y volviendo a nuestro héroe, cabe resaltar que la “estrella” es caso aparte, con un montón de animaciones muy fluidas, algo visualmente muy agradable para el jugador, como podremos comprobar desde nuestra primera partida. Hagamos lo que hagamos con ella, o incluso en el movimiento de espera al jugador, da la sensación de viveza en sus acciones. Realmente espectacular para la época en la que salio al mercado.
Todo unido a los escenarios, que aunque no tienen demasiados detalles, son variados, y destilan una propia personalidad para su entorno, crean un conjunto de valor muy alto para este apartado. Además de algún leve efecto especial de transparencia y otros detalles de mucha, mucha maestría en su realización.
Un sonido muy a la altura:
El juego contiene deliciosas melodías, que se mantienen un poco a un segundo plano, no se pasan inadvertidas del todo por su calidad y alegría. Es especial se puede destacar la del nivel del planeta mas musical “Sonata”, aunque muchas otras llegan a ser también algo pegadizas. Efectos de sonido curiosos y divertidos, sobre todo la voz de Ristar o la del efecto de las chispas del personaje después de cada salto o movimiento especial. Son algo limitados en cuanto a su variedad, pero suenan realmente limpios y claros, a la par de agradables al oído.
En este punto, solo cabe decir que han mantenido la fantástica línea del resto del juego.
Jugabilidad lejos de convencionalismos:
Podría decirse que “Ristar” no es un plataformas al uso, aunque pudiera parecerlo. Bajo su apariencia común en un temprana impresión, encontraremos muchos detalles originales. El primero es la manera en la que nos desenvolveremos con nuestra pequeña estrella.
Esta tiene como principal habilidad el poder extender los brazos a una distancia considerable, muy útil para alcanzar resaltos o asideros para escalar. Además de una fuerza en las manos para agarrar a los enemigos, para después despacharlos con un rápido golpe de cabeza.
Esos brazos a su vez, nos servirán para tomar impulso y realizar ciertas acrobacias, que resultan muy atractivas, llegando en algunos casos si tenemos la suficiente habilidad, a mantenernos sin pisar el suelo balanceándonos en los improvisados asideros como si fuéramos un gimnasta olímpico o un acróbata, o a lanzarnos por los aires como un meteoro.
El segundo es, que el juego cuenta con un ritmo propio, propenso a ser más pausado que el de otros títulos. Debido sobretodo, a las variadas situaciones a la que se nos enfrentaremos para superar los distintos niveles de los que se compone. En los que será necesaria la observación del entorno y las acciones un poco más sesudas. Llegando al punto álgido en algunos niveles mas avanzados, o en los enfrentamientos con los jefes finales de cada planeta. Los cuales cuentan con un punto débil oculto, y originales patrones de ataque que deberemos comprender y descubrir, para poder anticiparnos y sobrevivir.
Esto no quiere decir que no haya que reaccionar rápido, o ser exacto con los ataques y saltos. Ya que eso siempre será una ventaja, sino que existe un profundidad en su diseño, que solo poseían unos cuantos juegos contados en aquella época. Algo a destacar sin ninguna duda. Sobre todo tendremos que aunar ambos talentos en las pantallas ocultas de bonus, donde cada una es distinta de la anterior, aunque con un mismo fin.
Conclusión:
Muy visual y muy grande en muchos aspectos, puede atraer tanto a niños pequeños como a jugadores de pelo en pecho, sin descartar claro al público femenino. Ya que Ristar es un todoterreno. Su manera de plantear su desarrollo plataformero, salpicado de puzles y detalles brillantes, hace de el uno de los mejores títulos en aparecer para la 16bits de Sega, y sobretodo una experiencia original alejada de los típicos patrones de su genero.
Además cuenta con multitud de sorpresas, como paswords de acceso a modos especiales como la dificultad “Super” o “Museum”, en el que tendremos que ir superando a los jefes uno a uno con la mayor dificultad.
Una diversión diferente, que incluso puede llegar a sorprenderte a día de hoy. Una rejugabilidad bastante alta, debido a la variedad de los retos y a su tempo. En conclusión, un “must have” tanto en su día para Megadrive, como actualmente bajo la plataforma Virtual Console de Wii, no dudéis en probarlo.
RETROPUNTUACIÓN: 8