En 1954, Ishirô Honda, dio vida en la gran pantalla a uno de los monstruos por excelencia, Godzilla. Este monstruo, un lagarto mutante a causa de las radiaciones atómicas, ha tenido 24 apariciones en largometrajes. Shin Godzilla o Gojira, como también se le conoce, es la película número 25 donde aparece. Gracias al Sitges Tour de A Contracorriente, que hemos estado cubriendo mi compañero Nestor y yo, os podemos dar nuestras impresiones. Shin Godzilla llegará a los mismos cines que proyectaron las otras películas del Sitges Tour, el día 20 de Enero.
Esta nueva adaptación de «El Dios de los Monstruos», vuelve a sus orígenes. Con una trama más orientada al diálogo, tanto político como nuclear, y añadiendo el elemento de las redes sociales y su importancia a día de hoy. ¿Qué pasaría si de la nada un lagarto gigante apareciese de repente, destruyendo todo a su paso? ¿Qué plan de acción utilizarían los altos cargos para impedir que este monstruo vuelva a causar tanto daño? ¿Cómo lo detendrían? Todas estas preguntas se ven reflejadas en sus 2 horas de duración. De como un monstruo nacido de la radiación nuclear, un daño provocado por el hombre, se convierte en una auténtica pesadilla.
La proyección la pudimos disfrutar en versión original subtitulada, como en casi todos los pases de prensa a los que asistimos. En este caso, tuve un pequeño problema. La rapidez con la que hablan y que los subtítulos parecían insertados por transiciones de vídeo, impedían en muchas ocasiones supiera quién era quién. Perdonar por mi falta de conocimiento del japonés, pero muchas veces era imposible leerlo. Anécdotas a parte, si esperáis una película de Godzilla destruyendo y mostrando sus encantos durante dos horas, esta no es vuestra película. ¿Por qué? Como he dicho, es una película que su encanto reside en el diálogo. Pero ¡OJO!, también tenéis dosis de Godzilla y bastante espectaculares.
En esta nueva versión Hideaki Anno y Shinji Higuchi es toda una declaración de intenciones de transportar a Godzilla nuevamente a sus orígenes. Un Godzilla, más aterrador en apariencia y con algún recado a sus versiones americanas, con algún que otro chiste entre diálogo y diálogo para amenizar lo más posible las conversaciones. Godzilla tiene más protagonismo en el terror que infunde que en aparición en pantalla. Al igual que vimos en las versiones americanas, la investigación también tiene importancia dentro del film, pero lo llevan más en profundidad, no dando importancia a los investigadores, sino a Godzilla. Parece una tontería pero logra que. conversación a conversación, investigación a investigación, Godzilla sea el protagonista principal.
Este es el primer Godzilla generado por ordenador dentro de la saga japonesa. Aunque hay algún momento que da la sensación de ver el típico traje, este Godzilla está digitalizado. Quitando esa entrañable técnica de disfrazar a un hombre y que fuese, en las más recientes entregas, por croma o como antaño destruyendo maquetas de la ciudad. ¿Este Godzilla da miedo? Creo que es el diseño más terrorífico de «El Dios de los Monstruos» hasta la fecha, impresiona su diseño. A la hora de atacar, Godzilla, es todo un espectáculo de rayos, explosiones y destrucción, teniendo una escena, donde me quedé literalmente boquiabierto.
Shin Godzilla, puede resultar muy tediosa. Sus continuos diálogos, en despachos, en laboratorios, hacen mella a su ya de por sí larga duración, aunque intenten meter alguna gracia que otra, provocando que su diálogo llegue a resultar excesivo. Perfectamente el film, se hubiera hecho más ameno quitando algunos minutos del nudo de la trama, pero aún así este intento de revivir la trama clásica es más que aceptable, haciendo que los fans de las películas niponas se sientan más que satisfechos. Sobre todo la composición de la banda sonora, en una de sus piezas sigue manteniendo la banda sonora del 54.
Conclusión Shin Godzilla
Vuelta a los orígenes de uno de los monstruos más famosos del cine, con una trama orientada al diálogo. Un Godzilla verdaderamente aterrador y dando espectáculo. La película podría haber dispensado de unos cuantos minutos del nudo de la trama, haciendo que la experiencia fuese más llevadera y entretenida.