Silverstone MILO 12, review en español

La primera torre ITX que lanzó al mercado la marca taiwanesa Silverstone fue la Sugo SG05 en el año 2009. Esta torre se caracterizó por su tamaño compacto y su diseño elegante, que permitía albergar componentes de alta gama en un espacio reducido. Han pasado más de 20 años y Silverstone sigue innovando en el mercado de las torres ITX, lanzando modelos como la SG06, SG07, SG08 y SG13, entre otros.

Siguiendo con esta dilatada trayectoria, hoy os traemos uno de los últimos lanzamientos de la marca, la MILO 12. Un modelo compacto diseñado para usuarios que buscan un equipo pequeño y potente, con un acabado negro mate que le confiere una estética elegante y sofisticada, además de una configuración pensada para maximizar el rendimiento de nuestros componentes gracias a su diseño en compartimentos separados para CPU y GPU.

Antes de comenzar, agradecemos a Silverstone la cesión del chasis para la realización de la review.

El Silverstone MILO 12

Como ya hemos avanzado en la introducción, la MILO 12 es una torre de formato mini-ITX, con un diseño compacto, minimalista y elegante. Disponible únicamente en color negro mate, Silverstone ha querido jugar con diferentes texturas para añadir detalles al diseño, especialmente en su frontal. Con un volumen total de 15,6L, la MILO 12 se nos presenta como una torre bastante compacta, con unas dimensiones de 393 x 105 x 378 mm y un peso de 4.89 kg.

Empezamos por el unboxing. Junto a la torre (muy bien protegida) nos viene una pequeña caja en la que encontraremos el soporte para utilizarla en vertical. Además, una vez retiremos el panel que da acceso a la zona de la placa base, encontraremos una bolsa con unas cuantas bridas, los tornillos típicos para la instalación de la fuente de alimentación, placa base y unidades de almacenamiento, así como tornillos para una unidad óptica slim, uno de los puntos a destacar de esta torre.

Además, también encontraremos 4 pies adhesivos de una buena altura, en caso que queramos usar la torre en posición horizontal, y por último otro de los grandes aciertos de este gabinete, el riser PCIe 4.0.

Sigamos con la torre. Empezamos por un frontal con muy buen diseño, compuesto de una zona de rejilla de acero y otra parte en la que juega con diferentes texturas rugosas y con efecto cepillado. Por desgracia, y este es uno de los pocos peros que le encontramos a la torre, dicha zona está realizada en un plástico de muy buena calidad pero que, en el rango de precios en el que se mueve la torre, se nos queda algo corto respecto a otras opciones disponibles en el mercado. Aun así, dispondremos de un surtido de puertos de E/S más que correcto: USB 3.1 Gen 2 Type-C, 2 USB 3.0, jack combinado para audio y micrófono y botón de encendido y un LED indicador del estado del sistema. El frontal queda fijado mediante un conjunto de pestañas, dando una buena sensación de solidez.

El resto del cuerpo de la torre está realizado en acero, así como los paneles superiores, inferiores y laterales. Todos los paneles disponen de una buena cantidad de superficie perforada en un tramado bastante estético, además de filtros para polvo en ambos paneles laterales. Una vez retirados, nos encontraremos con un chasis muy bien pensado en el que destacamos la diferenciación en dos zonas, una para nuestro conjunto de fuente de alimentación y CPU, y otra exclusivamente para nuestra tarjeta gráfica.

Y es que este es otro de los puntos fuertes de la MILO 12, el soporte para GPU’s: podremos usar tarjetas gráficas de hasta 3 slots, 160mm de alto y 345mm de largo.

Toda esta zona se ha pensado claramente para ofrecer el máximo rendimiento a las tarjetas gráficas actuales en las que encontramos cada vez más un diseño de disipador de flow-through, es decir, en el que la parte trasera de nuestra gráfica deja ver buena parte del bloque de disipación para que el aire fluya a través de él. La MILO 12 va aún más allá en este aspecto al incorporar un hueco para un ventilador de 140mm que nos servirá para extraer el aire pasante del disipador, algo que nos será muy útil especialmente en modelos de gamas altas como las Founders Edition de Nvidia. También comentar que el diseño escogido para el riser PCIe 4.0 incorporado funciona perfectamente, con una instalación más que sencilla (solamente usa un par de tornillos y poco más) y que en nuestros tests no ha dado problema alguno, corriendo en todo momento en modo Gen 4 y sin perdidas de rendimiento.

Por último, en esta zona encontraremos un soporte para la tarjeta gráfica ajustable, de fácil manejo y muy útil para mantener nuestra tarjeta en una posición correcta sin forzar su conexión con el riser debido al peso de la misma. Debajo de esta zona encontraremos la abertura para la bandeja de la placa base para una cómoda instalación o mantenimiento de la refrigeración de la CPU y del SSD M.2 trasero de nuestra placa, si lo tiene.

Sigamos con las opciones para unidades de almacenamiento. Encontraremos espacio para cuatro unidades: Dos en la parte superior de la zona de la placa base, otro en el frontal de la torre, tras su panel, y otro más en la zona inferior, al lado del cable de conexión a la fuente de alimentación. La instalación de los discos la realizaremos retirando las bandejas preinstaladas en la torre y, seguidamente, atornillando cada unidad a una de estas bandejas.

Otro de los puntos interesantes de la torre es la opción para instalar una unidad óptica delgada de hasta 9,5mm, que se situará en el hueco disponible bajo el adaptador de fuentes SFX incluido.

Hablando del adaptador incluido, este nos permitirá instalar fuentes de alimentación de formato SFX y SFX-L. Si no queremos usar una fuente de este formato, podremos instalar una fuente de alimentación ATX de hasta 160mm de longitud. Como consejo de instalación, recomendamos que uséis cables a medida si pensáis usar una fuente de este formato, ya que el espacio para el cableado, como en la mayoría de torres mini-ITX, escasea. También hay que tener en cuenta que usar una fuente ATX eliminará la posibilidad de instalar la bahía óptica mencionada anteriormente.

Respecto a las opciones de ventilación de la MILO 12, podremos instalar un ventilador de 80mm en la parte frontal y otro de 140mm en la parte posterior de nuestra tarjeta gráfica, como ya hemos comentado anteriormente.

Por último, para la refrigeración por aire de nuestra CPU podremos usar disipadores de una altura máxima de 77mm, medidas que nos abren un abanico bastante amplio de opciones, habiendo utilizado en nuestra review el disipador Thermalright AXP120-x67 junto a una CPU AMD Ryzen 7 7700x. Debido a limitaciones de espacio y el enfoque en dos cámaras separadas que ha pensado Silverstone, no encontraremos opciones para refrigeración líquida.

A la hora de finalizar nuestro montaje, podremos escoger entre dos variaciones a la hora de orientar nuestra torre: vertical u horizontal. El cambio entre ellas es tan sencillo como usar o bien la peana incluida o añadir los cuatro pies de goma a la tapa lateral, sin necesidad de desmontar o atornillar absolutamente nada. La peana incluida se compone de dos piezas de plástico y gomas antideslizantes, encajadas en cruz, mientras que los pies de goma ya incluyen adhesivo y son de una altura más que correcta para no obstruir el flujo de aire desde la parte inferior de la torre.

Experiencia de uso y conclusiones

Como podréis ver, el proceso de instalación de nuestro sistema no es nada complejo y bastante intuitivo. Aún así, antes de aventuraros a montar vuestro equipo os recomendamos dar un repaso a las instrucciones de montaje que encontraréis en este enlace, ya que no vienen incluidas con la torre.

El segmento de torres mini-ITX de tipo consola no deja de sumar opciones entre las que escoger, cada una con sus puntos fuertes y débiles, y la Silverstone MILO 12 no está exenta de ellos.

Como puntos fuertes tenemos un muy buen diseño y concepto de zonas separadas, algo que realmente funciona. Además de esto, el soporte para hardware es excelente, con opciones como la bahía para unidades ópticas que en pocas torres encontraremos hoy en día, junto a una selección de puertos de entrada y opciones de almacenamiento más que buenas.

En cambio, tenemos delante una torre cuyo precio recomendado es de $189 (sin impuestos) y que podemos encontrar en Amazon por 235€. En este rango de precios esperamos algo más en cuanto a los materiales escogidos, especialmente para el frontal de la torre y la peana. Y es que pese a que tiene un muy buen diseño (aunque esto sea algo más subjetivo), el juego de texturas no consigue esconder una sensación de plástico que no va acorde con el precio, algo aplicable a la peana incluida pese a que hace su función perfectamente. El otro punto a mejorar de la torre son los filtros incluidos en los paneles laterales, muy útiles para mantener nuestro equipo libre de polvo pero que nos gustaría que se diese la opción a desmontarlos para mejorar aún más el flujo de aire o simplemente para limpiarlos.

Dicho esto, el resultado final no deja de ser excelente. Silverstone nos propone una torre pensada para sacarle el máximo partido a componentes de última generación sin dejarnos rendimiento por el camino, con un soporte excelente que sabe ofrecer un equilibrio perfecto entre funcionalidad y diseño. Una excelente opción para aquellos usuarios que buscan un equipo compacto pero potente para gaming o uso cotidiano en un espacio reducido.

Por todo esto, otorgamos los galardones de Diseño y Producto Recomendado de Game It al Silverstone MILO 12.