La gran mayoría de los jugadores de la última entrega de The Elder Scrolls en la PS3 antes o después se han encontrado con problemas, que van desde ralentizaciones e incluso cuelgues de la consola en el momento del grabado de la partida, que presuntamente suponían un fallo en el sistema de grabado. Fallos en el juego como las espontaneas lluvias de dragones; a veces incluso desafiando a la gravedad.
Mucho se ha dicho del tema, incluso que los archivos de grabado de las partidas eran demasiado grandes de volumen, pero las últimas declaraciones del director del proyecto Todd Howard desmienten la teoría, ya que el problema figura en el orden de las acciones del juego, en el total de las misiones abiertas, y en el resto de los acontecimientos que están ocurriendo en ese momento.
A continuación las declaraciones:
“Ahora que hemos visto esto, no vamos a ser tan ingenuos de decir que lo hemos visto todo, porque tenemos que asumir que no. Habrá gente todavía que venga a nosotros y nos diga “OK, esta es mi situación”, y le diremos que nos envíe su partida guardada. De hecho tuvimos un caso bastante comentado por todos nosotros, teníamos un savegame de un jugador que tenía siete dragones al otro lado del mundo, y un asedio a punto de suceder en esta ciudad, y otras 20 misiones abiertas. Esto es lo que el juego intentaba hacer y la PS3 estaba sufriendo bastante a la hora de ejecutarlo todo.”
Uno de los fallos que debería de haber solucionado el último parche era el de las ralentizaciones, y parece ser que hay muchos jugadores que realmente han mejorado y mucho la calidad de juego y resarcirse un poco del mal sabor de boca, y para los que no… pues de momento paciencia señores.
¿Mal diseño del software o el hardware de nuestras consolas no da más de sí?
[Via: Vandal]