Después de más de un año cosechando críticas positivas y enamorando a gran parte de la Comunidad de Steam, el aclamado Slime Rancher, desarrollado por Monomi Park, finalmente ha dado el paso y llega al mercado de consolas con una versión tanto para PS4 como Xbox One. En este análisis os diremos cómo ha sido el paso de este carismático título de aventura y exploración tan “kawaii”.
Lejana, Lejana Pradera
Slime Rancher nos pone en la piel de Beatrix LeBeau, una joven ranchera que deja la Tierra para aventurarse, a mil años luz, en “Lejana, Lejana Pradera”. Un nuevo planeta en donde habitan los Slimes, una especie viva que nos servirá para prácticamente todo mientras mejoramos nuestro rancho y descubrimos todos los secretos de esta tierra.
Con esta premisa nos embarcamos en un planeta bastante extenso repleto de lugares a visitar y explorar. Cuyo objetivo es el de conseguir y descubrir nuevas especies slimes para hacer crecer nuestro rancho, de esta manera también avanzaremos en la historia y lo más importante: conseguiremos dinero para obtener mejoras del rancho, para actualizar el equipo de Beatrix y otras cosas menores como pinturas. Slime Rancher bebe de varios géneros del mercado, es un juego de aventuras y exploración pero también es un simulador al uso, y debemos avisar que uno realmente adictivo.
Este basto universo cuenta con un total de 23 especies slimes siendo 16 de estas capturables para el rancho. Los 7 restantes son slimes especiales con diferentes funciones dentro del juego: Slimes Gordos (importantes para avanzar en la historia), Alquitrán, Dorado (su plort da grandes cantidades de monedas), Suertudo (nos da dinero directamente), Mercurio, Fiesta y Salvajes (slimes agresivos que no dudarán en atacarnos). Pero el título de Monomi Park va un poco más allá y además de las especies predeterminadas, también deja volar un poco nuestra curiosidad dejándonos fusionar gran parte entre sí consiguiendo, de esta manera, aumentar la cifra de slimes hasta más de 150 criaturas. En la misión de conseguir estos híbridos debemos tener cuidado, una vez que un slime fusionado consume un plort de otro slime este se convertirá en el temible Alquitrán. Esta criatura destruirá todos los slimes cercanos y solo puede ser combatida con agua (o ser aspirada y mandada bien lejos).
A medida que avanzamos en Slime Rancher iremos haciendo nuestro rancho más grande instalando en él corrales para los slimes, gallineros, jardines en los que plantar fruta o vegetales, silos para almacenar, estanques e incineradoras. Cada una de estas infraestructuras pueden ser mejoradas con diferentes añadidos aunque echamos en falta más novedades en un futuro. En el caso del corral se puede añadir muros más altos y un techo para evitar que los slimes se escapen o entintar el muro para aquellas especies delicadas al sol. Los jardines los podemos mejorar para aumentar la producción y conseguir de forma más rápida las cosechas. El arte del cultivo y cuidado de slimes tiene su truco y dedicación según qué criaturas estemos cuidando. Por lo que os incitamos a que seáis vosotros mismos quienes exploreis estos secretos.
Mientras que, por otro lado, tenemos El Lab, una de las expansiones más caras del Rancho pero también de las más importantes ya que accederemos a la Ciencia Slime. Gracias a la Refinería podemos crear artefactos de todo tipo que nos ayudarán en diferentes tareas. La manera de poder fabricarlos es a través de la compra de planos y el uso de recursos y plorts, además de grandes cantidades de newbucks (nombre de la moneda del juego). Por lo que solo recomendamos desbloquear esta zona si llegamos a manejar grandes cantidades de dinero de forma continuada. Con El Lab tenemos la oportunidad de obtener portales para colocar y facilitar el viaje entre zonas, accesos portátiles al mercado para vender plorts más fácilmente o incluso drones programables para facilitar las tareas en el rancho.
Como todo simulador la jugabilidad del título de Monomi Park tiene tanto puntos positivos como negativos. Podríamos decir que por cada punto positivo aparece uno negativo, pero está todo tan bien hilado, tan bien construido y ejecutado que aunque haga alusión a varios géneros a la vez es aquí donde radica la clave de su éxito. Bueno, sus diseños tan adorables también colaboran con este éxito. Slime Rancher peca de ser demasiado repetitivo, cayendo aquí su primer punto tanto negativo como positivo. Tal como hemos dicho anteriormente, a pesar de saber que es repetitivo y de tener que hacer una y mil veces las mismas tareas como si fuéramos un robot, el juego consigue que estemos pegados ante la pantalla durante horas sin importarnos lo repetitivo que llegue a hacerse. Incluso hace que nos guste, que disfrutemos con nuestro trabajo dentro del Rancho y lo mejor de todo, hace que nos sintamos satisfechos con lo hecho porque nuestro objetivo es claro: recolectar plorts, recoger comida, dar de comer a los slimes y lo más importante seguir explorando el mundo para encontrar más secretos o profundizar en la Ciencia Slime.
Complementando este apartado, Slime Rancher nos ofrece un mapeado básico de grandes dimensiones que debemos ampliar con llaves especiales. De esta manera accedemos a zonas nuevas y únicas, en donde habitan slimes diferentes así como secretos por descubrir. Su mundo abierto juega un papel importante porque nos da libertad en todo momento, aunque parezca que todo el escenario sea un “pasillo gigante” por el que movernos. En nuestro caso y con la ayuda del jetpack, hemos conseguido acceder a lugares secretos e incluso otros que solo podíamos con llaves (sí, haciendo un poco de trampas saltando en diversos elementos para llegar). Y si somos buenos exploradores, llegaremos a alcanzar tierras tan lejanas y especiales realmente sorprendentes como el Desierto de Cristal o el rancho adicional de Ogden.
Cuando avanzamos mucho y desbloqueamos prácticamente todo lo que nos ofrece Slime Rancher llegamos a un punto en el que no sabemos qué hacer, bien sea porque ya tenemos todas las mejoras de Beatrix, las del Club de Recompensas 7Zee, mejorado el rancho lo máximo posible y/o todo el mapa explorado. Y eso que con Ogden, a parte del rancho también conseguimos mejoras para los jardines. Pero una vez obtenido todo ya no nos quedará nada por mejorar. Tenemos la fortuna que esta versión para consolas llega con el contenido adicional añadido en las actualizaciones de PC, haciendo que la experiencia sea abundante llevándonos varios días investigar y mejorar cada uno de los apartados disponibles. Por lo que esperamos que los desarrolladores mantenga un ritmo de actualizaciones frecuente y sobre todo agreguen al juego tanto slimes como zonas nuevas por descubrir. Y ya que estamos alguna zona más para expandir el Rancho tampoco estaría mal, además de arreglar las molestas caídas de frames en ciertos lugares del Rancho.
Un mundo “slimevilloso”
Nos atrevemos a decir que Slime Rancher es uno de los títulos más hermosos, coloridos y maravillosos que hemos podido descubrir en estos últimos años. La obra de Monomi Park rebosa carisma y personalidad por cada una de las líneas de código de su interior. Sus diseños sencillos son la mar de divertidos haciendo que cada una de sus criaturas brille por sí sola, bien sea por el concepto que se presenta con ella, su llamativa paleta de colores e incluso lo peculiar que llegue a ser dicho slime. Lo peor de todo es que es capaz de hacer que simpaticemos con estas criaturas.
El universo de “Lejana, Lejana Pradera” en su totalidad intensifica la experiencia de aventura y exploración, mostrando al jugador lugares sorprendentes y variopintos en cuanto a diseño. Dando vitalidad a todo su entorno sin importar dónde estemos y es que los slimes son una pieza clave para que todo este organismo funcione de la forma tan correcta en el que lo hace. Utilizar el estilo ‘cel-shading’ ha sido una de las decisiones más importantes que Monomi Park ha podido tomar a la hora de crear este título. Un estilo que en buenas manos, como es el caso, nos deja con un sabor de boca más que agradable. Con un acabado que brilla por sí mismo gracias a un buen uso de iluminación, destellos, partículas y sombras con lo que mejora el apartado gráfico considerablemente. Y a diferencia de su rendimiento, el entorno no sufre de ningún problema en carga de texturas.
No obstante, su apartado sonoro no llega a estar al nivel de los demás apartados que podemos encontrar en Slime Rancher. Durante las primeras horas este funciona correctamente y hará que nuestra travesía en este mundo sea más agradable, que nos sumerjamos más en él. Lleno de melodías que podemos escuchar según en qué zona estemos o si hay Slimes Salvajes/Alquitrán, así como una gran cantidad de efectos de sonido que terminan de complementar todo lo demás. Sobre todo los relacionados con los slimes -es que son demasiado adorables, de verdad. Hacer una mención especial a la melodía que resuena en la zona antes de superar el puzle y abrir la puerta hacia las Ruinas Antiguas, una de las mejores por no decir la mejor melodía de todo el juego. Quitando esta excepción, al cabo de mucho tiempo todas las pistas de sonido llegan a hacerse bastante repetitivas. Juegan con la ventaja de que al estar tan concentrados en lo demás no llegan ha convertirse en un momento tedioso, pero bueno, ahí están.
Conclusión Slime Rancher
Lo reconocemos, Slime Rancher es un juego realmente divertido y muy adictivo que, a pesar de sus taras de ser repetitivo, consigue hacer de todo este universo algo completamente único. Es uno de los lanzamientos que más ha conseguido unificar esa relación entre trabajo y satisfacción dentro de un mundo ficticio, a la vez que es capaz de generar esas ganas de seguir explorando para descubrir todos los secretos de estas lejanas tierras. Monomi Park ha hecho un trabajo magnífico con su proyecto, el cual esperamos con muchas ganas de que se siga expandiendo y actualizando, ya que tiene un gran margen de mejora no porque sea malo, sino por todo lo contrario. Porque tiene potencial de sobra para triunfar durante mucho tiempo (y porque llevamos ya una infinidad de horas y se nos queda hasta corto).
Avisamos de que no es un título apto para todos los jugadores, está muy enfocado a un público que se atreve con cualquier género o les encantan los simuladores.