Superhot es un juego que hace unos años fue un boom por su historia y jugabilidad. Desarrollada por su propia compañía Superhot Team y con una idea de algo confuso pero simplemente brillante.
Empezó como proyecto de un grupo de amigos. Sin pensar que iban a llegar a esto hasta que se popularizó en las redes y han decidido crear una versión completa que ya hace un tiempo, ha llegado a las PSVR. Ahora, con motivo de su lanzamiento en formato físico hemos estado probándolo.
Una historia extrañamente alucinante
En este caso la historia no es lo mas importante, como viene siendo común en otros juegos. Aquí simplemente interpretamos a otro jugador que está usando un casco de VR y a su vez también está jugando a un shooter de acción en primera persona. Valga la redundancia… El proceso, de primeras, parece sencillo ya que el juego nos plantea avanzar una serie de escenas y dificultades que debemos superar para así avanzar.
En estas escenas, podemos aparecer de golpe en un balcón, terreno o ascensor. Con nuestros enemigos de frente o a nuestras espaldas. Pero lo mas importante es mantener la calma o de lo contrario, moriremos. Quién no sepa nada del juego se llevará una sorpresa muy grande al ver que enseguida está muerto debido a la mecánica peculiar del mismo (al menos hasta coger la costumbre, claro está).
Aprendiendo a jugar con calma
Nunca antes (de la salida de este juego en 2016 y de su posterior paso a las VR) habíamos probado un juego tan extraño en cuanto a su jugabilidad. Como ya hemos mencionado, hay que tener cuidado a la hora de jugarlo. Sobre todo ahora que el juego está en VR…
El juego se basa en permanecer lo mas inmóviles posibles mientras acabamos con los enemigos. El tiempo no pasa si no nos movemos, o mejor dicho, si nuestras manos están quietas. Esto nos permite mirar alrededor con cierto cuidado para analizar la escena en la que estamos y tomar la mejor decisión. También podemos, por ejemplo, acelerar el tiempo hasta un determinado momento moviendo en círculos nuestras manos.
Por tanto, nos obliga a jugar tranquilos y observar el mundo que nos rodea antes de actuar. Hay que pensar bien los movimientos y ejecutarlos con paciencia mientras esquivamos los ataques de nuestros enemigos. Además de armas de fuego, tenemos cuchillos, bates u otras armas blancas con las que acabar con todos los enemigos que se nos vengan encima. ¡Bastante variedad!
Una cosa muy curiosa que se nota al ser en VR, es que realmente nos movemos mas de lo que esperamos cuando «decidimos quedarnos quietos». En definitiva: no somos capaces de estar 100% inmóviles para que no se mueva el escenario durante un buen tiempo. Ahora si que tenemos que aprender a quedarnos completamente quietos con los mandos mientras usamos las PSVR.
Una pequeña ayuda: Cada vez que superamos X cantidad de escenas, el juego guarda y nos lo hará saber volviendo a junto el jugador o mediante otras formas. ¿El problema? Si morimos en la escena final, antes del guardado, tenemos que repetir todas las escenas desde el último punto de guardado…
Una mecánica letalmente rápida
La mecánica de este juego es muy especial. Como ya hemos mencionado antes consiste en matar con la menor cantidad de movimientos posibles. Para ello, tenemos las gafas VR que reconocen los movimientos y nos permiten mirar el escenario entero para pensar bien que hacer.
La problemática la tenemos con los mandos Move, que para este título tienen un significado relevante. Cualquier movimiento minúsculo que hagamos con los mandos serán detectados (la verdad es que nos ha sorprendido lo preciso que detectan el movimiento) y traducidos en progresión del tiempo en el juego.
Los gráficos son simples. Interpretando unas siluetas rojas como enemigos, además de unas formas de armas y escenarios muy light. Pero, sobra para jugar de esta forma. Al depender tanto del tiempo y los movimientos, no llegamos a fijarnos mucho en los detalles.
En cuanto a la cámara, no hay mucho problema debido al entorno en el que nos tiene acostumbrados el juego. Escenas quietas donde no tenemos que movernos mucho. De esta forma no hemos notado pérdida ni salida del campo de visión.
También nos dimos cuenta que si no movemos las manos pero usamos un arma, el tiempo se moverá un poco con cada disparo. Esto tiene sentido ya que realmente movemos el dedo al apretar el gatillo, así que buen detalle que han tenido en cuenta los desarrolladores.
Conclusión de Superhot VR
Volver a jugar a este juego con las VR de Sony nos ha dejado con ganas de más juegos «diferentes» y fuera de lo común. Es raro jugarlo, eso lo decimos todos, pero es muy agradable tener algo para jugar que no sea lo típico de hoy en día. Si bien es cierto que se ha hecho muy corto ya que en apenas 3-4 horas jugando podemos completarlo.
Es escaso en definición de gráficos y carece de una historia real. Pero en resumidas cuentas nos ha gustado y estamos seguros que una secuela o un juego similar será bien recibido por todos los jugadores.