Si echamos la vista atrás podemos recordar fácilmente el desierto por el que ha pasado el género del survival horror en la última década. Parece que títulos como Resident Evil 7 y Outlast le están proporcionando una segunda juventud al género. Aprovechando este impulso llega, de la mano de Meridiem Games, Syndrome.
Supervivencia en las alturas
Syndrome arranca con nuestro protagonista despertando en una máquina de sueño en el interior de una nave en mitad del espacio. Una vez tomamos el control de nuestro personaje podemos comenzar a explorar la nave. Durante estos primeros compases de Syndrome el juego nos plantea la situación sin demasiada prisa. Podemos movernos libremente por varias estancias de la nave. Entrar en algunas habitaciones dará lugar a comunicaciones por radio que harán avanzar la narración.
Este sistema nos permite avanzar a nuestro ritmo en la historia hasta cierto punto ya que en muchas ocasiones la mera exploración de la nave activará esa nueva misión que todavía no queríamos empezar. Esto sumado a que el escenario en el que transcurre la mayoría de la historia no es demasiado grande nos provoca en muchas ocasiones la sensación de estar dando vueltas en círculos.
Es cierto que Syndrome peca de un inicio algo lento, pero no es un gran problema, ya que cuando empieza la acción el ritmo es muy bueno. A pesar de todo esto hay que reconocer que encontramos poca innovación, la mayoría de las situaciones nos recuerdan a otros títulos como Dead Space debido al contexto o a Doom si nos fijamos en los largos pasillos por los que nos movemos. Entre lo más destacable del juego queremos mencionar la gestión del armamento. Desde el momento en el que nos hacemos con una pistola ya vemos que no vamos a poder derrochar y que cada bala cuenta. Incluso llegado un momento tendremos que optar por el sigilo, incluso provocar ruidos como elementos de distracción, para no gastar las pocas armas que nos quedan y poder así enfrentarnos a otros enemigos más poderosos.
Pero eso no es todo, tendremos que ser muy precisos ya que nuestra vida es escasa y los pequeños espacios nos dejan pocas vías de escape. Todo esto junto logra producirnos una sensación de agobio que hace de Syndrome una gran experiencia en rasgos generales.
El objetivo es sobrevivir, esto se nos quedará grabado a fuego cuando nos demos cuentas de los pocos puntos de guardado que hay a lo largo del juego. Por último, ya mencionar el componente sangriento y gore del juego que, aunque no vamos a desvelar nada para mantener el factor sorpresa, ya os adelantamos que no falta.
No hay que olvidar que si queréis adentraros más en esta experiencia Syndrome ofrece la posibilidad de jugarlo con Playstation VR.
Moviéndonos por la nave
Los enemigos no serán el único peligro de la nave, en ocasiones el estado de la nave nos dejará ver zonas de las que saltan chispas o lugares de donde sale un vapor que no será agradable si nos acercamos. Todo esto hará bajar nuestra barra de vida si no llevamos cuidado.
Quizá lo más llamativo al movernos por la nave sea ver que no todos los enemigos responden de la manera que esperamos a nuestras acciones. En algunas ocasiones lanzar una botella hará que tengamos vía libre mientras que, en otras, sorprendentemente seremos descubiertos sin ningún motivo aparente.
Pero los seres que vagan por la nave no serán el único inconveniente. A falta de grandes puzles que nos entretengan tenemos la nave, un laberinto en el que, aunque sepamos donde tenemos que ir, nos pondrá difícil encontrar la manera de llegar.
En cuanto al apartado gráfico hay que destacar de Syndrome que se ve realmente bien, sin demasiadas florituras, pero de manera muy correcta. El juego aprovecha muy bien las zonas de oscuridad para con unas pocas siluetas y contraluces generar una atmósfera de tensión. En cuanto al sonido encontramos más limitaciones, las voces en ingles cumplen su objetivo, pero los efectos sonoros son algo caseros. A pesar de todo esto hay que reconocer el buen trabajo realizado en este proyecto de bajo presupuesto.
En cuanto a los controles del juego hay que destacar que hasta que logramos acostumbrarnos dan la sensación ser algo toscos, sobre todo en los movimientos de cámara. Pero como decimos, rápidamente nos acostumbramos y no nos ha supuesto ningún otro inconveniente.
Conclusiones de Syndrome
El equipo de Camel 101 nos deja con Syndrome un título que cumple las expectativas para los amantes del género. No podemos decir que estemos ante la gran sorpresa del año ya que tampoco estamos ante un trabajo excelente, pero hay que reconocer que no hay grandes fallos que estropeen el juego.
Cogiendo elementos de algunos de los títulos más reconocidos del género, Syndrome nos trae una historia intensa que seguro que no defrauda a los que se lancen a probarlo.