Hace ya unos cuantos años que los fans del tenis estamos esperando un título que haga honor a tan noble deporte. Los fans del fútbol o del baloncesto se quejan por lo repetitivo de sus franquicias, pero nosotros pagaríamos por poder tener un juego así, ya no digo más, cada 5 años. Pues bien, en los últimos tiempos AO Tennis y Tennis World Tour volvieron a intentar conquistar el mercado de la simulación (el arcade es territorio Nintendo y su Mario Tennis), pero el éxito fue nulo. Las propuestas eran reguleras, sí, había que devolver la pelota con la raqueta, pero eso no era el tenis que veíamos por la televisión. Ahora los chicos de Big Ant Studios junto a Nacon Games nos traen este Tennis World Tour 2. Aquí en Game It hemos podido probar su fase beta, y a continuación os damos nuestras impresiones.
Sirve: la cantidad de contenido
Lógicamente, al tratarse de una beta, el contenido que hemos podido probar estaba limitado, y era muy inferior a lo que veremos en su fase final. Aquí teníamos a nuestra disposición a cuatro tenistas, David Goffin. Stanislas Wawrinka, Caroline Garcia y Garbiñe Muguruza, todos ellos con sus estadísticas propias y con su estilo de juego más o menos particular. Además también disponíamos de una pista de cada superficie para poder probar el comportamiento de la bola en cada una de ellas.
La versión final incluirá 36 jugadores, entre los que encontraremos clásicos como Nadal y Federer, pistas como La Caja Mágica en Madrid, e incluso algún tenista legendario como bonus de reserva.
Además, como gran novedad de esta edición, se han añadido cartas que funcionan como skills para el jugador. Antes de cada partido se pueden elegir hasta 6, y ellas nos darán ciertos pluses cuando las utilicemos durante el encuentro. Un añadido curioso que desde luego suma a la experiencia.
Respecto a modos de juego, contaremos con partidos de exhibición, tanto individual como dobles local, el modo carrera en que crear a nuestro tenista, torneos oficiales, escuela de tenis y el modo Tie Break 10.
Resta: la jugabilidad
Es mejor que su antecesor, SÍ, es un buen juego, de momento NO. Ese es el resumen rápido de lo que vamos a valorar a continuación.
En el evento previo se nos habló de las grandes mejoras que traía este Tennis World Tour, y sí, tiene más animaciones, el juego es más fluido y las sensaciones generales son mejores. El timming que se ha implementado es de lo mejor, y responde muy bien a la relación golpeo precisión.
Ahora bien, sigue siendo demasiado ortopédico. El juego comienza la animación muy pronto, por lo que sprintar tras un golpeo rival se hace totalmente inútil. Golpes que deberías de llegar, aunque fuese forzado y mal, el juego decide que no, interrumpiendo la animación. Estamos ante un tipo de fallos que nublan la diversión, más allá de peloteos cómodos en los que sí responde bien el juego.
La sensación con la que nos quedamos tras cada punto (dificultad normal), es de frustración, y de pensar “¡pero llega!, si te pasó al lado…¨, y de que es el juego el que te impide hacerlo. Si a esto le sumamos que la IA es impredecible, y pasa de no molestarse en luchar un punto, a directamente restar a la línea, pues al final acabas más enfadado que entretenido.
Gráficamente, no pasa de un aceptable, tanto a nivel animaciones, que siguen siendo bastante toscas, como a nivel de detalle. Campos bien hechos, pero sin alardes, tenistas reconocibles pero con una calidad digna de principios de generación, y alguna caída de FPS o tirón, aunque nada relevante.
Conclusiones
Se nota que hay trabajo detrás, que se ha pretendido arreglar el fiasco anterior, y quizás de aquí al lanzamiento final se pueda dar con la tecla. Pero hoy en día, todavía no es TENIS con mayúsculas, no evoca a la saga Top Spin, o incluso a juegos como Smart Court Tennis de PSP. Títulos que, con sus limitaciones, evocan la naturaleza de este deporte.
Aun queda trabajo por hacer, el problema es que esperamos este Tennis World Tour 2 para septiembre en PC, PS4 y Xbox One, y en octubre para Switch. Esto da muy poco margen de maniobra para mejoras, y a día de hoy lo que tenemos es un juego entretenido, pero incapaz de enamorar a los fans.