Teslagrad es un juego de plataformas y puzles en 2D desarrollado por Rain Games, un estudio Noruego, que salió a la venta en PC allá por las navidades de 2013 con una excelente crítica recibida por el gran y exigente público. Si bien es cierto que tras pasar por Wii U, PS3, PS4 y PS Vita ahora les llega el turno a los jugadores de Xbox One por el módico precio de 14.99€, rompernos la cabeza y las yemas de los dedos para avanzar y lograr nuestro objetivo.
En una Europa decadente…
Teslagrad nos sitúa en una Europa decadente y dominada bajo el yugo del avaro Rey que en un intento por hacerse con todo el poder del conocidísimo Nikola Tesla, termina por destruir al mismo en busca de un arma aún más letal. La historia comienza con el plano de nuestro padre dejándonos en la puerta de una casa, mientras huye para salvar ambas vidas. Al alejarse, el tiempo comienza a pasar fugazmente hasta que unos guardias reales hacen aparición, obligándonos a comenzar el juego en lo que será una persecución por los tejados y calles de la ciudad. Sin saber muy bien porque nos persiguen, avanzamos empezando a dominar los primeros y sencillos movimientos de salto, escalada y coordinación. Enseguida nos damos cuenta de que saltar desde una gran altura no supondrá un problema, que los verdaderos problemas serán otros. Tras una pequeña huida por la ciudad llegamos inexorablemente a la Torre de Tesla, un lugar donde la esencia del juego se empieza a notar, en donde comenzaremos a aprender el arte de la Telemancia y seremos partícipes de la locura del inventor.
En estos primeros diez minutos de Teslagrad seremos conscientes del trabajado aspecto visual, que está completamente dibujado a mano con un estilo de arte brutal basado en el steampunk y que en todo momento es de una bellísima factura. El apartado sonoro no se queda atrás, dejando de lado cualquier clase de diálogo, toda narrativa en la historia, cualquier mazmorra o sala, o el simple andar entre habitaciones estarán acompañadas de una música y efectos de sonido a la altura del aspecto visual como ya se pudo ver en todas las plataformas anteriores.
En la torre del grandioso Nikola Tesla
Una vez metido en contexto y con una curva de aprendizaje muy sencilla Teslagrad nos empieza a mostrar cuáles serán las herramientas con la que poder avanzar por la torre, para, con un poco de habilidad y suerte que nunca está de más, salir de ella. Los comienzos son fáciles, unos robots nos muestran los efectos del magnetismo a través del color rojo y azul, sin importar cuál es el polo positivo y cuál el negativo. Solo necesitamos saber que como con los imanes los que son de la misma carga electromagnética, en este caso de mismo color como puede ser el rojo, se repelen y aquellos que sean de distinta carga electromagnética, colores azul y rojo se atraen. Gracias a este sencillo mecanismo que emula a físicas reales nos darán horas de entretenimiento y frustración a partes iguales.
Con el conocimiento de cómo funciona el mecanismo polar de la Torre de Tesla no será suficiente por lo que al poco de comenzar recibiremos, colocado sobre un altar iluminado, un guante con la habilidad de darle polaridad a algunos bloques concretos que carecen de ella. Este sencillo recurso será la piedra angular en lo que a los puzles se refiere, ya que a lo largo de todo el juego tendremos que mover y cambiar bloques para acceder a nuevas zonas o conseguir cartas ocultas. Pero este solo será el primero de una serie de inventos que ofrecen numerosas posibilidades.
Entre movimientos de plataformeo donde habrá que calcular bien los saltos que demos y plataformas o bloques que han de ser movidos para poder avanzar, llegamos al punto álgido de este título. Al adentrarnos en una sala un gigantesco perro metálico escupe-fuego la custodia en su fondo y dando comienzo a nuestro primer jefe final. Una cinta mecánica nos empuja hacia un triturador de metal por lo que nos vemos obligados a correr en dirección contraria, pero para mejorar el ambiente unos bloques sin carga electromagnética empiezan a empujarnos hacia el triturador. A la mente se nos viene tras estar un minuto sorteando la muerte que esto se parece más a Gladiadores Americanos o Humor Amarillo que a un videojuego, por lo que tomamos cartas en el asunto y golpeamos los bloques que nos intentan arrastrar otorgándoles de una carga que hace que el perro gigante se los trague y… El resto deberéis de descubrirlo vosotros.
Un desafío para los más exigentes
Teslagrad no es un Mario, ni tampoco un Braid, es una buena mezcla de ambos que deja su sello personal en cada plano que nos ofrece. La dificultad en las primeras cuatro horas entre fácil y media, no tendremos que intentar demasiadas veces las cosas. Pasado ese tiempo y sobre todo en lo que a jefes finales se refiere, el incremento en la complejidad aumenta de manera notable. Con esto no queremos asustar a los que se sientan menos habilidosos, pero sí deciros que llevéis la paciencia por bandera en ciertos momentos. Pero no todo se queda en pulsar botones de manera correcta en el instante preciso, Teslagrad nos propone retos mentales que son cuanto menos curiosos y en ciertas ocasiones desesperantes, pero está claro que la gracia del juego reside en esto, en que Teslagrad es un título que te exige concentración constante durante su uso y disfrute.
Es importante reseñar que en la versión de Xbox One hemos recibido diez niveles en formato contrarreloj en los que mediante el uso de la Tecnomancia tendremos que llegar a la salida en el menor tiempo posible. Desde mi punto de vista este regalito no compensa el retraso de casi tres años en relación a su estreno en PC.
Conclusiones de Teslagrad
Como ya se pudo ver en sus ediciones anteriores para el juego, es una gran compra que garantiza una experiencia clásica de plataformas con un alto nivel de dificultad, toda aderezado con puzles basados en el entendimiento de la polaridad de los electroimanes y en un contexto interesante como es la Torre de Tesla. Visual y sonoramente está muy pulido y no deja casi ningún fleco del que sacar errores por lo que se puede decir que Teslagrad se ganará un hueco, tres años después, en el corazón de los usuarios de Xbox One.