Hace ya un par de años, la industria de los MMO sufría por tratar con un género que, debido a repetir la misma fórmula una y otra vez, quedo totalmente estancado en los mismos parámetros, haciendo sentir al jugador una sensación de déjà vu, de estar jugando a lo mismo una y otra vez.
Y tampoco es algo de extrañar. Debido a la parecía ser, soberanía inmortal de la bestia de Blizzard, World of Warcraft. Siendo el videojuego más jugado del mundo hasta no hace mucho, ensombreciendo la calidad de otros títulos del género y monopolizando el tiempo de los MMO players.
Ha sido hasta su caída del trono de la mano del pionero del género MOBA, League of Legends, cuando ha empezado otra vez el auge de los MMORPG, dando un paso adelante, intentando romper los esquemas escritos y otorgando personalidad a cada uno de ellos. Desde esta temporada podemos mirar a otros juegos del género sin miedo y echarles cantidad de horas, olvidándonos completamente de Reyes Lichs resucitados y Pandas.
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Claros ejemplos de esta revolución MMO serían títulos como Guild Wars 2, considerado por muchos como el mejor título multijugador de los últimos tiempos en PC, The Secret World, con su innovadora propuesta jugable centrada también en la faceta monojugador y el mas que complicado TERA Online. A parte de otros que intentaron abrirse paso sin tanto éxito en la crítica, como All Points Bulletin, una propuesta fresca que termino en desastre absoluto o Star Wars: The Old Republic, con su polémico endgame.
The Elder Scrolls Online entraría en la lista de esos buenos MMO con propuestas innovadoras, que llega dispuesto a batallar para hacerse un hueco entre los grandes y hacer revivir esperanzas, tanto a los jugadores experimentados que necesitan una vuelta de tuerca como aquellos que buscan un motivo para adentrarse en el género sin sentirse abrumados.
Y digo esto porque The Elder Scrolls Online apuesta a lo grande con una fórmula perfectamente adaptable tanto para el público masivo como para aquellos frustrados de los MMOs clásicos que daban ya la búsqueda por perdida.
The Elder Scrolls Online busca, de una manera bastante eficiente, fusionar lo mejor de los MMO con los elementos de la saga a la que pertenece, TES que la hacen tan imprescindible. Es por ello que quizá, al entrar por primera vez y hasta que alcancemos la primera mazmorra multijugador, nos va a dar la sensación de estar jugando a misiones alternativas de Skyrim como si de un DLC se tratase, mas que de un MMO al uso.
Pero esto último no debe ser tomado como algo negativo, nadie en ningún MMO empieza a montar grupos para Raids o Mazmorreo hasta al menos nivel 20, a excepción de Guild Wars 2. Y aquí sucede lo mismo, el juego no nos animará a formar grupos e interactuar con demás jugadores hasta más adelante en la aventura, cuando sea estrictamente necesario; aunque esto es solo opcional, en cualquier momento podremos unirnos a alguien con el que cumplir misiones y avanzar en la historia se haga más llevadero aún si cabe.
Lo que consigue con esto es evitar que los primeros niveles del título sean tan fatigosos, entretenernos con una elaborada historia y misiones de lo más variadas en solitario a lo más puro Skyrim. Crea un buen sustituto para las tradicionales misiones de recolección en la que matábamos al mismo bicho una y otra vez, y consigue que esa tarea no se vuelva tan ardua.
Aquí las misiones serán mucho más específicas y tendrán siempre un motivo histórico claro. Podemos vernos desde enfrentarnos a varios enemigos, salvar a un grupo de inocentes o incluso apagar incendios en un pueblo y sacar a los habitantes de sus casas. Eso de tener que estar continuamente matando jabalíes para conseguir 20 colmillos de jabalíes se ha acabado.
Desde el principio incluso en la selección y creación de personaje, la historia está muy presente. Argumentalmente el juego se sitúa bastante más atrás respecto a los Elder Scrolls que conocemos, con el trono del emperador en Cyrodill vacío y el oscuro mundo de Oblivion al borde del desgarre dimensional; se han formado tres alianzas con las que tendremos que elegir formar parte antes siquiera de pensar en lo que nos vamos a hacer.
Cada alianza nos permite coger ciertas razas concretas: Aldmeri Dominion (Altmer, Bosmer y Khajit); Daggerfall Covenant (Bretones, Orcos y Redguards) y Ebonheart Pact (Argonians, Dunmer y Nords). A excepción claro, de aquellos que tengan la Edición imperial, podrán elegir cualquier raza sin depender de la facción que escojan.
Cada raza tiene sus características en particular que desarrollar, así que habrá que ir con cuidado a la hora de escoger según como queramos construirnos el personaje, aunque luego el juego nos va a dar bastante libertad para su desarrollo.
Las clases que el juego nos permite escoger son: Dragonknight, Templar, Sorcerer y Nightblade, y cada clase tiene 3 ramas diferentes entre las que variar. El juego tiene un desarrollo de personajes bastante peculiar, al más puro estilo Skyrim. No hay un desarrollo de clases fijo, es decir, el juego no nos obliga a la especialización, justo lo contrario del estandarte clásico del género. En base al dicho que la experiencia nos hace mejorar, será el mismo uso continuo de las habilidades nos las hará subir de nivel, de forma independiente a nuestro nivel de personaje. Por ejemplo, podemos ser perfectamente nivel de personaje 10 y nivel de asesino 20.
El sistema de habilidades es muy versátil. Como el desarrollo del personaje es totalmente libre, podremos equiparnos de cualquier manera, cualquier tipo de arma y cualquier tipo de armadura, ya sea ligera, media o pesada; según nuestras preferencias de configuración. Cada una de estas armas y armadura, a más de las habilidades por raza, clase y ramas disponen de 5 habilidades activas y 5 pasivas, que podremos ir desbloqueando a medida que entrenemos la disciplina en concreto. Al final, obtendremos un cúmulo bastante amplio, las pasivas siempre estarán ahí, pero en el hub principal solo podremos tener 5 activas para usarlas en combate más una ultimate.
Por ejemplo, si llevamos a un personaje con dos espadas que tienda hacia la rama asesino, podremos tener tres relacionadas con el ataque con dos armas, dos de la rama de asesino más una ultimate cualquiera.
A parte del hueco de habilidades, en el hub tendremos nuestra barra de vida, una barra con stamina, y la barra de mágika que vendría ser como el maná de siempre. Cada acción o habilidad gasta un recurso diferente, así que nos convendrá saber cual de ellas gasta qué, para distribuirnos bien ambos recursos.
Las ramas y evolución de las habilidades es algo inmenso, a parte de las conseguidas por raza, tendremos nuevas habilidades por desbloquear en el PVP, las Guilds y en el crafteo. Existen un gran número en total y eso asegura una libertad abismal a la hora de desarrollar un personaje. Podemos escoger cambiar de disciplinas o pasar a llevar armadura ligera a armadura pesada, e ir experimentando opciones hasta que nos encontremos totalmente a gusto con nuestro personaje. Hay que decir que es posible resetear estos puntos por cierto precio, aunque no es recomendable abusar de ello, si tenemos cierta aprensión a la hora de elegir por equivocarnos, siempre podremos rectificar.
El tema del crafteo también es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a tratar en el género. A diferente de las bastante tediosas faenas de recolección y construcción que por ejemplo, eran la parte aburrida de Guild Wars 2, aquí el sistema de desarrollo de profesiones es mucho menos tedioso y más entretenido en cuestión. Cualquier personaje es capaz de recolectar cualquier cosa y realizar cualquiera de los seis trabajos disponibles: Carpintería, Encantamientos, Alquimia, Cocina, Sastre y Herrería. Como ocurre con las habilidades, tendremos que practicar mucho con cada profesión para ir desarrollándola e ir mejorando, a parte de la recolección de materiales necesarios. Se ejecutan de un modo bastante parecido al que encontrábamos en Skyrim. Podremos destruir armas para la obtención de materiales y así crear cosas que nos sean más útiles, podremos encantar nuestro equipo, fabricar pociones… a medida que vayamos mejorando el nivel de la disciplina, iremos mejorando la calidad de nuestras creaciones y creando objetos mucho más poderosos.
El combate utiliza la misma formula que la saga Elder Scrolls, siendo el mismo sistema de poder cambiar de primera a tercera persona cuando nos venga en gana, hace que el combate abandone el clásico tarjet + autoattack e ir spameando habilidades de tanto en tanto. Aquí tu pegas los golpes, bloqueas, aturdes y lanzas habilidades apuntando al objetivo como si de un Skyrim se tratase. La victoria o la derrota ahora dependerán más de tu habilidad para el combate y no tanto del equipo conseguido, así que habrá que estar muy atento a lo que hace el enemigo. Sus ataques normales, los cargados, que podemos bloquearlos con el escudo y dejar al enemigo aturdido o las AOE (area of effect) hechizos de daño en área que el propio juego nos indicara cuando estén en casteo por algún enemigo, y tendremos que ser rápidos esquivando o cancelándolas con la acción de aturdir, a no ser que queramos recibir una cantidad considerable de daño.
Puede parecer un sistema bastante sencillo y lo es. Pero eso no significa que no haya profundidad alguna, y eso se va a notar en las peleas de equipos PVP. Donde resultará vencedor aquel que domine mejor las premisas básicas del juego, en el que un «bloquear» bien puesto puede cambiar el curso del combate y marcar la diferencia entre el pro y el novato.
También, ahora las configuraciones de los roles en los combates serán totalmente distintas. No tiene porque haber miembros en una misma party con roles predeterminados, aunque si que es cierto que la tendencia hace que los jugadores escojan configuraciones de tanque, dps, asesino y demás. Pero no van a ser fijas y pueden variar en cualquier momento. Un asesino puede tender más a la utilización de hechizos o usar el arco a distancia más que a intentar entablar combate cuerpo a cuerpo. Al igual que un tanque puede perfectamente desviarse a por intentar ser mas un combatiente dps y sacrificar un poco de aguante, simplemente porque su adaptabilidad al juego o al equipo, o simplemente sus gustos así lo han preferido.
Por PVP, no hay zonas de PVP abierto al estilo Aion, aunque si que encontraremos ciertas mazmorras específicas para cuatro jugadores donde disfrutar de un buen combate y con elementos argumentales que no desentonan en el desarrollo de la trama histórica del juego, a más de la zona especial de Cyrodill, donde se unen las tres bandas para el PVP en masa. Una zona llena de fortalezas con recursos en las que nos enfrentaremos directamente al resto de jugadores, mediante misiones y combate directo. Uno de los puntos fuertes del endgame del juego, similar al mundo contra mundo de Guild Wars 2, y en la que podremos entrar a partir de nivel 10.
Y nos podemos tirar meses y meses en una campaña interminable en la guerra por el trono, donde tenemos gran cantidad de actividades por hacer, pudiendo asaltar fortalezas rivales, utilizar armas de asedio como catapultas, asaltar lugares para controlar los recursos del enemigo o realizar pequeñas emboscadas. Sin duda uno de los apartados del juego que puede prolongar su durabilidad y ampliar su contenido hasta el infinito.
En cuestiones de PVE, el asunto está mucho más limitado. El propio juego no insta a las Raids rápidas de zona o a eventos en los que reunir a un gran grupo de gente, el tema de la aparición de portales de Oblivión por las zonas pueden ser la excepción, pero no está a la altura de los eventos de Guild Wars 2.
Aunque si que es verdad que nos han prometido nuevas estancias específicamente para ello en la nueva expansión de Craglion, del que ya os hablamos en esta web, en la que se crea una mazmorra de nivel alto planteada únicamente para ello, incluyendo zonas y los llamados trials, mazmorras de gran dificultad hechas para 12 jugadores.
Todo esto viene a ser en conjunto, lo que representa de una forma global lo que nos podemos encontrar en The Elder Scrolls Online. Sumado al magnifico trabajo de diseño gráfico y artístico, que vendría a ser uno de los más conseguidos y vistosos del género, con el perdón de TERA. Los paisajes son sin duda, un regalo para la vista, entrarán fácilmente por los ojos. Esto sumado a la genial banda sonora del título, contribuirá a una inmersión brutal, que a pesar de no llegar al nivel de Jeremy Soule en Skyrim, Brad Derrick sabe mantener la calidad y logra conseguir un trabajo excepcional, para el deleite de nuestros oídos.
Como conclusión final, decir que The Elder Scrolls Online, es un gran MMO y tiene muchas papeletas para convertirse en un juego muy longevo. A nivel individual, nos asegurará una gran cantidad de horas de juego. A más, ya parte con una gran comunidad de usuarios, que poquito a poco irá haciéndose más grande. Si la compañía brinda al juego con contenidos de calidad, como la expansión de Cragloin, que sirvan para aumentar las posibilidades del juego, The Elder Scrolls Online se irá haciendo cada vez más grande y mejor.
Lo mejor:
- Sin reinventar la rueda, su propuesta innovadora en el género de los MMO.
- Redondo a todos los niveles.
- La gran importancia dada a la historia, hace que los primeros niveles sean más amenos.
- El sistema de habilidades y combate, sencillo y asequible de primeras, difícil de dominar.
- Gran variedad para el desarrollo del personaje.
- El editor de personajes es bastante fuerte.
- PVP de rápido acceso y muy divertido.
- Un trabajado diseño gráfico, de los mejores del género.
Lo peor:
- El PVE está bastante descuidado a la espera de nuevo contenido.
- El juego está totalmente en inglés sin traducir.
- Las suscripción de pago mediante cuotas.