Recientemente he caído en la cuenta de que no pasa demasiado tiempo hasta que vuelvo a traer un nuevo análisis de algún videojuego de producción patria. Este hecho me reporta cierta alegría ya que estamos presenciando como el sector en nuestro país está creciendo, y está creciendo desde una base tan buena como puede ser la creación de juegos de forma independiente. Lamentablemente esto tiene su cara B, que es que estos desarrolladores se tienen que buscar la vida solos, aventurándose e intentando por su propios medios colar su producto en tiendas como Steam (previo paso por GreenLight). Pero aún así, esto demuestra las ganas que tienen muchos creadores de demostrar su potencial y enseñarnos sus ideas, ideas tan curiosas como la de este The Flesh God.
Escapando del infierno de carne
The Flesh God es un exigente juego de plataformas en 2D firmado por el estudio independiente asturiano Nuberu Games. Se trata de un juego difícil y bastante gore en su presentación que propone un sistema de movimiento diferente a lo que tenemos por habitual: nos moveremos en plano horizontal pero éste se verá alterado por la inercia del disparo de nuestra arma superpoderosa.
Realmente hay muy poco trasfondo (nada) en el juego. Una masa desproporcionada de vísceras y carne parece haberse tragado todo lo que había en la tierra salvo a nuestro protagonista, por lo que tendremos que intentar escapar de este mar de sangre, fluidos y carne a base de disparos/saltos superando cada nivel que se nos ponga delante. Por lo general hablamos de niveles bastante cortos que se pueden hacer en cuestión de uno o dos minutos, pero algunos presentan un recorrido mayor, por lo que tendremos que estar atentos si no queremos repetir toda la pantalla de nuevo e intentar llegar , al menos, hasta el primer checkpoint.
Los niveles que nos encontraremos en The Flesh God parecen estar diseñados a mala leche. El juego, pese a ser progresivo en su nivel de exigencia, pronto nos exigirá estrujarnos la cabeza y exprimir toda la habilidad que tengamos en nuestras manos para superar sus obstáculos. Esto puede significar que muchos jugadores adoren el juego por el reto que supone, sin embargo puede que otro tanto opine que el juego carece de curva de dificultad y se frustren enseguida.
Finalmente, como culmen a su apartado jugable, tenemos rankings de récords para comparar nuestros tiempos tanto con nuestros amigos como de forma global. Esto puede parecer una tontería, pero es un añadido muy agradecido para esas personas que se piquen con facilidad. El título no solo quiere que nos pasemos los niveles, si no que quiere que lo hagamos en el menor tiempo posible, convirtiéndose en un auténtica locura ya que nuestro personaje morirá con tan solo rozar cualquier obstáculo (hecho que aumenta mucho más el índice de frustración). Personalmente creo que un sistema de colisiones menos “castigador” habría hecho del juego algo mucho más llevadero y menos frustrante que invitaría a movernos más rápido y por ende a ser partícipes de esa tabla de récords.
Vísceras y Metal
En cuanto al apartado gráfico The Flesh God es bastante sencillo. Sus decorados son viscerales, sangrientos y con altas dosis de gore, así que si sois demasiado sensibles puede que no os parezcan muy agradables. Sin ser nada del otro mundo consigue transmitir lo que los creadores quieren, que nos sintamos los dioses entre tanta carne, pero con el paso del tiempo nos iremos dando cuenta de que siempre vemos lo mismo…
Se repite con facilidad y salvo por el contenido de los mismos (enemigos, trampas, el diseño del propio mapa) pocos cambios notaremos entre nivel y nivel, dando continuamente sensación de dejavu en el posicionamiento de algunos obstáculos.
La banda sonora hace justicia a lo que vemos. ¿Qué música creéis que le puede ir a un juego en saltamos con un arma láser superpoderosa reventando tumores de carne? Efectivamente, Heavy Metal. Esta bien elegida, pero nuevamente volvemos a tener el mismo problema que con los escenarios, se hace repetitiva muy rápidamente. Los efectos sonoros están bastante bien, no son demasiados pero los que hay resuelven correctamente la papeleta como cabría esperar con un juego de estas características.
En cuanto a las animaciones de los elementos en pantalla (entre ellos nuestro personaje) resultan bastante simplonas y nada vistosas, cosa que quizás acentúa más que estamos ante un juego que es pura jugabilidad, sin demasiadas florituras en las formas.
Finalmente, las opciones que nos encontraremos son bastante limitadas, entre ellas una completa herramienta para configurar los controles a nuestro gusto. Pero si algo nos ha parecido curioso es que siendo un juego español carece de traducción a nuestro idioma. Es cierto que no le hace falta en absoluto ya que como hemos dicho es pura jugabiliad y sin trasfondo, pero es ciertamente extraño que siendo un estudio patrio no cuente con traducción a nuestra lengua.
Conclusiones de The Flesh God
The Flesh God es un juego sencillo que basa su experiencia puramente en la jugabilidad y en explotar su idea. Tiene una ambientación correcta y una BSO que acompaña bien, pero rápidamente se nos hará repetitivo hasta la saciedad. Dentro de sus fortalezas observamos un buen diseño de niveles y un reto basado en el ensayo-error con intentos rápidos para pasar cada uno de los niveles. Su precio no es para nada excesivo (2,99 € en Steam) pero tampoco es un juego que se pueda recomendar a todo el mundo debido a su propio concepto.
https://www.youtube.com/watch?v=s_psdIxYF5k