Volvemos a analizar periféricos de la marca The G-LAB, el fabricante del teclado mecánico AAAA que tan buen sabor de boca dejó en la redacción destacando por su relación calidad precio. Hoy vamos a analizar el complemento perfecto para dicho teclado para ir completando un posible setup de la marca, el ratón The G-LAB Kult 500, un ratón que destaca por su estructura metálica y su sensor óptico de hasta 7000 DPI.
Características técnicas
Como siempre comenzamos con la tabla de características técnicas del ratón The G-LAB Kult 500
Unboxing
El ratón The G-LAB Kult 500 nos viene presentado en un embalaje de cartón con ventana frontal con una pequeña solapa que hace coincidir la imagen impresa en ésta con el propio diseño del ratón. Al abrir esta pestaña podemos ver, a través de la ventana, el ratón al completo y dejando al descubierto varias fotografías del propio ratón en la parte trasera de dicha solapa. En la parte trasera de la caja podemos ver las principales características del ratón en tres idiomas, entre los que está el castellano. Una vez abierta la caja encontramos un blíster de plástico azul que alberga el ratón y, bajo éste, un mini cd con el software dedicado y la documentación del mismo así como el cable del ratón perfectamente enrollado.
The G-LAB Kult 500
Como podéis ver estamos ante un ratón relativamente grande y pesado, con unas dimensiones de 130 x 80 x 40 mm y un peso de 180 gramos, lo que le confiere cierta precisión al evitar desplazamientos no deseados. Esto se debe en gran medida a la estructura metálica que tiene el The G-LAB Kult 500, comprendiendo la base y los laterales del mismo. Esta estructura metálica hace que el The G-LAB Kult 500 sea extremadamente robusto y, por si fuera poco, le da un toque estético distintivo. Obviamente si dicho metal fuera aluminio probablemente sería más liviano y tendría un toque estético más premium pero también elevaría el precio final del producto por lo que entendemos la elección de este metal por parte del fabricante.
La base metálica hace que si ésta entrara en contacto con la superficie de deslizamiento ofrecería una resistencia al deslizamiento prácticamente nula, lo cual se ve potenciado por los dos grandes surfers que encontramos en la superficie del ratón. Esto busca que el The G-LAB Kult 500 sea un ratón relativamente ágil y fácil de desplazar, buscando el equilibrio entre la precisión de movimientos que le confiere su elevado peso y la facilidad de desplazamiento que otorgan la base metálica y los grander surfers de su base.
Los laterales metálicos tienen pequeñas hendiduras y una morfología que facilitará el agarre del ratón y evitará que éste se nos escurra de los dedos, ofreciendo un buen grip apto para todo tipo de manos y agarres, y dejando totalmente accesible todos los botones del The G-LAB Kult 500. Entre la estructura metálica y la cubierta superior encontramos un hueco, situado bajo la zona más curva del ratón, en el que se halla una forma esférica retroiluminada que será la encargada de iluminar la zona central del ratón y permitirá que dicha luz salga también por los laterales.
La cubierta superior está fabricada en plástico suave rematado en negro mate, con muy buen tacto. El contraste entre el metal y el plástico mate sientan muy bien, estéticamente hablando, a este The G-LAB Kult 500. El ratón cuenta con 6 botones totalmente programables, contando el de DPI y el click de la rueda central. Todos los botones son extremadamente suaves, quizás demasiado para algunos ya que no es difícil caer en un missclick con ellos, que facilitarán pulsaciones extremadamente rápidas debido a la poca fuerza y recorrido que debemos hacer para realizar el click. La rueda central tiene un desplazamiento por puntos bastante correcto y cuenta con un recubrimiento de goma estriada para mejorar su grip y además cuenta con retroiluminación RGB que será la encargada de indicarnos, mediante un código de colores configurable, el nivel de DPI que tenemos seleccionado.
Los botones laterales, situados en el lateral izquierdo del ratón, así como el central de control de DPI están fabricados en plástico y cuentan con un acabado en pintura plateada que intenta asemejarse al metal de la estructura del ratón. Este acabado no está muy bien conseguido y empaña algo el acabado visual del ratón, haciendo parecer que el plástico de los mismos es de baja calidad.
Tal y como comentábamos anteriormente la base metálica cuenta con hendiduras que facilitan el agarre del ratón y mejoran su grip, esto se ve reforzado con la ergonomía de la cubierta superior haciendo del The G-LAB Kult 500 un ratón bastante cómodo y apto para todos los públicos, excepto para zurdos. Y es que como viene siendo habitual en este tipo de ratones sólo encontramos botones laterales en el lateral izquierdo para que sean pulsados utilizando el pulgar de los diestros, no encontrando otro par en el extremo opuesto. Esto dificulta el uso del The G-LAB Kult 500 por zurdos aunque, al estar fabricado expresamente para diestros, hace que éste se adapte a la perfección a la orientación y morfología de una mano diestra.
El The G-LAB Kult 500 cuenta con un cable mallado en nylon de 1.5m de longitud, acabado en un USB 2.0 chapado en oro para mejorar su conectividad. El otro extremo cuenta con un pequeño refuerzo en goma para proteger el enlace entre el cable y el ratón. Estas medidas están destinadas a aumentar la vida útil del ratón protegiendo el cable del desgaste por rozamiento y la rotura de la conexión entre el ratón y el cableado.
El sensor encargado de dar vida a este The G-LAB Kult 500 es un ratón óptico firmado por Pixart, capaz de ofrecer una resolución configurable entre 250 y 7000 DPI, con una frecuencia de refresco también configurable entre 125 y 1000 Hz y soportando aceleraciones de hasta 20G. Sin duda un sensor que está pensado para abarcar las necesidades de todo tipo de jugadores y que no decepcionará, puesto que muestra un comportamiento más que correcto.
Software dedicado e iluminación
Hemos comentado que el sensor Pixart del The G-LAB Kult 500 tiene varios parámetros configurables, esto se realiza a través de una aplicación específica que The G-LAB ha diseñado para este ratón y que permitirá exprimirlo al máximo. Gracias a esta aplicación podremos configurar el uso de los botones, la sensibilidad del ratón, tasa de refresco y la velocidad del scroll de la rueda, así como los niveles de DPI y los efectos de iluminación del The G-LAB Kult 500. También nos permitirá grabar macros y gestionar todos los ajustes en cinco perfiles diferentes para que los tengamos preparados para nuestros juegos o aplicaciones más usados.
En lo que a la retroiluminación se refiere podemos optar por establecerla fija, respiración en un único color o un efecto que irá cambiando de color aleatoriamente. Os dejamos con una galería de imágenes del The G-LAB Kult 500 iluminado en varios colores.
Conclusiones
The G-LAB Kult 500 es un ratón orientado al gaming que busca un acabado premium intentando ajustar al máximo los precios, algo bastante difícil ya que suelen ser polos totalmente opuestos. Precisamente por esta contradicción no sabemos muy bien cómo encuadrar este ratón, puesto que tiene muchísimos detalles que nos gustan como su sensor aunque otros no llegan al nivel deseado para ser merecedor del galardón de producto premium (la elección del metal con acabado brillante para la base en vez de aluminio con acabado cepillado o el acabado de los botones laterales y central).
No obstante creemos que se trata de un ratón con unas prestaciones muy interesantes y que, teniendo en cuenta éstas y lo robusto que lo hace la estructura metálica, el buen tacto de la cubierta superior y las posibilidades de configuración que ofrece, se encuentra en un precio correcto. Por todo esto otorgamos el galardón de prestaciones al The G-LAB Kult 500.