Coincidiendo con su llegada al servicio PS Plus, hoy analizamos The Unfinished Swan, el título del pequeño estudio Giant Sparrow, una compañía nacida del programa de diseño USC y que tras él firmó un contrato con Sony para ofrecer grandes juegos a su plataforma. Pues bien, la que hoy os traemos es la primera gran propuesta de este equipo y sin duda nos deja una experiencia sensorial única.
El Cisne Inacabado
The Unfinished Swan desprende belleza en cada uno de sus apartados, y es que tanto su jugabilidad, como su apartado gráfico, como incluso su trasfondo histórico deja un reguero de magia en forma de pintura negra.
Nada más empezar una voz femenina nos cuenta el porqué de nuestra existencia. Nos pondremos en la piel de Monroe, un huérfano abandonado en un orfanato tras la muerte de su madre y cuyo único recuerdo que puede rescatar de ella es un cuadro inacabado de un cisne. Una noche, sin motivo aparente, Monroe se da cuenta de que falta toda la pintura del lienzo, por lo que con valentía decide saltar a él, ver que ha ocurrido e intentar finalizar la obra.
Pintando la realidad
Es a partir de aquí donde comienza una auténtica aventura por un escenario completamente blanco, un lugar en donde seremos nosotros quienes tengamos que pintar nuestra propia realidad y descubrir nuestro camino.
Nuestro objeto principal, y el único hasta que desbloqueemos algún «juguete» más, serán las bolas de pintura negras que tendremos que lanzar contra el escenario para ir descubriendo el entorno. Al tirarlas estas irán descubriendo el mundo que nos rodea y permitíendonos ver hacia donde deben dirigirse nuestros pasos.
La aventura avanza sin demasiada oposición, solo con pequeños puzles que nos obligarán a subirnos a alguna plataforma o coger algún objeto. Estos obstáculos nunca supondrán un gran reto, dejando el protagonismo a la historia y a deleitarnos al ver aparecer el escenario.
Todo está bastante cuidado como para no sufrir en ningun momento, tanto por la baja dificultad mencionada, como por señales que en todo momento nos indican el camino a seguir. Es por ello que la aventura principal, sin pararnos a conseguir los pocos extras que existen, no se alarga más de unas 3 horas, duración esta bastante limitada para un videojuego al uso pero, en nuestra opinión, suficiente para disfrutar lo que The Unfinished Swan nos quiere contar.
La oscuridad que ilumina el camino
Cuando iniciamos el juego simplemente alucinamos con lo que en él se nos plantea, pero todavía alucinamos más cuando lanzamos nuestra primera bola de pintura, y es que a partir de ahí descubrimos la magia que nos espera.
Artísticamente es un juego con mayúsculas, la combinación de blanco y negro, que solo se ve alterada por algún detalle puntual en color dorado, no solo funciona como hilo argumental, sino que crea un apartado artístico que impresiona. Una idea original realmente bien plasmada, con un diseño de escenarios muy trabajado y con unas físicas a la altura.
La BSO y sobre todo los efectos de sonido cierran un círculo brillante que es capaz de llevarnos más allá, de hacernos sentir una experiencia diferente y con un misticismo y una paz pocas veces antes lograda en un videojuego.
Conclusión
The Unfinished Swan es otro mundo, es un lugar para descubrir y para perderse entre sus polos opuestos. El blanco inmaculado deja paso al negro más profundo en un título mágico y cargado de simbología.
Estamos sin duda ante una propuesta diferente, no recomendable para jugadores que busquen retos, sino para aquellos que busquen vivir sensaciones más profundas y cautivadoras en un videojuego.
Tras su llegada a PS Plus sería un autentico error no sentarse e intentar profundizar en todo aquello que Giant Sparrow nos quiso contar. The Unfinished Swan es simplemente sencillo, simplemente genial.
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Lo mejor:
- Su preciosa historia.
- Su magnífico apartado artístico.
- Una idea muy original.
Lo peor:
- Excesivamente corto y simple.