El caso contra dos tiendas de videojuegos de Zaragoza por modificar consolas, terminó en realidad con cuatro acusados absueltos, un condenado por una falta y otro que aceptó ser condenado antes del juicio. Ni la juez, ni la Fiscalía ni la Policía vieron delito en el uso de los chips.
Esta sentencia resuelve un caso que arrancó en 2007 tras una redada en varios locales y tiendas de videojuegos del centro comercial El Caracol de Zaragoza tras la cual resultaron detenidos dueños, empleados y dependientes de los establecimientos.
El caso arrancó con la denuncia de una cliente que compró una consola PSP de Sony anunciada como oferta con cinco juegos y que no funcionaba correctamente. Más tarde se comprobó que había sido manipulada para vulnerar los sistemas anticopia y que los juegos grabados en su memoria eran copias de los originales.
La Policía informó a aDeSe de esta denuncia, y la patronal interpuso a su vez la suya.
Casi cinco años más tarde se ha celebrado el juicio. La acusación pedía penas de dos años de prisión para los encargados y dependientes de estos establecimientos, e indemnizaciones a favor de aDeSe. Según la sentencia, sólo uno de los acusados llega a un acuerdo y pacta una condena de un año de prisión, una multa de 1.080 euros y una indemnización a favor de aDeSe de 450 euros.
Los demás acusados son absueltos, menos uno, que es condenado por una falta por la que pagará una multa de 360 euros.
La sentencia recoge que «a juicio de los peritos se considera que el uso o instalación de estos ‘modchips’ no constituye infracción legal como recientemente ha señalado diversa jurisprudencia, dado que tendría un valor polivalente».