Desde su primera aparición en Super Mario Land 2, Wario ha disfrutado como nadie de su papel de malo de la película. El Doppelganger de Mario, cuyo nombre proviene del adjetivo japonés warui (que se traduce literalmente como malo), ha probado suerte en varias ocasiones dentro del mundillo de los videojuegos haciéndose con el papel protagonista de una buena ristra de títulos. Paseándose por diferentes géneros Wario ha cosechado bastante éxito, tanto que parece hacerse ganado el cariño de muchos fans de la gran N.
Pero si hay una franquicia ligada a este gamberro personaje que ha sorprendido a propios y extraños por su peculiar estilo, es sin lugar a dudas WarioWare. Con 8 títulos a sus espaldas la saga de microjuegos parece no agotar su ingeniosa fórmula, tanto así que en esta novena entrega parece gozar de la misma frescura de antaño.
Un buen saco de pequeños juegos
WarioWare Gold es básicamente un extenso recopilatorio de los mejores y más disparatados microjuegos que ha dado de sí esta saga. Hablamos de más de 300 mini-minijuegos que pondrán a prueba nuestros reflejos, capacidad de reacción y (en algún caso) nuestra habilidad.
Al igual que en otros juegos de WarioWare el título busca exprimir al máximo las posibilidades jugables de la consola, en este caso Nintendo 3DS, plataforma que parece el idónea para los intereses del título debido a su gran cantidad de funcionalidades de control. Juegos basados en la pulsación de botones, en el manejo del Stylus, en el giroscopio e incluso el uso del micrófono. La variedad y la capacidad de descolocarnos es la gran baza del reto que propone WarioWare, puesto que para superar los niveles más avanzados tendremos que estar bien atentos a las órdenes que se nos dan y reaccionar adecuadamente a lo que se nos está exigiendo.
Las pruebas contenidas son de muy poca duración (5 segundos de media) pero no por ellos quiere decir que sean fáciles. Normalmente antes del inicio de cada microjuego se nos mostrará una palabra clave que resume nuestro objetivo, por lo que deberemos estar atentos y pensar rápido para reaccionar a lo que tenemos en pantalla y completar correctamente el microjuego. La cosa parece sencilla a primera vista, pero cuantos mas microjuegos superemos más rápida irá la cosa, aumentando progresivamente la dificultad de los mismos.
La idea es simple, pero tremendamente divertida y adictiva. No es raro pararse a echar una partidita y darse cuenta de que el tiempo ha volado con dos o tres niveles que hemos intentado completar. Porque sí, hay niveles y modos de juego… ¡Incluso un modo historia!
El Modo Historia se divide en un total de 15 fases preliminares protagonizadas por algunos de los mejores amigos de Wario, fases que nos servirán para ir conociendo algunos de los cientos de microjuegos que nos esperan y, de paso, pillarle el tranganillo a los más enrevesados. Después de esto pasaremos a la Liga Diamante, donde se mezclarán pruebas de distintos estilos para ofrecer un reto más variado y exigente. Es cierto que en ningún momento sufriremos demasiado…y si lo hacemos podremos pagar unas monedas para seguir el reto desde donde hayamos perdido la última de las cuatro vidas, pero es de recibo decir que todo este Modo Historia sirve más de tutorial que otra cosa.
El pique de verdad llega después, una vez completada la historia y empezando a descubrir el festival de desbloqueables que nos espera. Desde modos de juego con reglas alteradas a minijuegos, galerías de curiosidades, cartas de personajes e incluso un modo Doblaje, en el cual podremos insertar nuestra voz en las distintas cinemáticas para hacer el gamba y echarnos unas risas con nuestros amigos.
La oferta de diversión que presenta WarioWare Gold es tremendamente extensa y variada, siendo un título muy recomendable para todo tipo de público.
Tan original como surrealista
Uno de los ganchos que más tirón puede tener entre para el público menos casual es el estilo Nintendo que impregna cada uno de los microjuegos de WarioWare. La presentación de cada uno de ellos es impecable, llena de humor y muy bien pensadas para descolocar al jugador.
Tenemos pruebas basadas en grandes clásicos de la compañía, juegos que se mofan de fiascos como el Virtual Boy o , como no, pruebas que nos proponen actividades tan surrealistas y mundanas como son arrancar los pelos de una nariz o cerrar una bragueta lo antes posible. Son estas ideas de olla las que hacen de WarioWare Gold un título con carisma y destacable entre los ya no tan frecuentes recopilarios de minijuegos. Quizás hemos notado más reciclaje del que nos gustaría, pero eso no quita ningún mérito a una propuesta que se siente fresca como el primer día.
También hay que hacer mención a los sencillos minijuegos desbloqueables. Un jueguillo de golf, otro de bolos, otro de tocar el piano… Aplicaciones móviles como un despertador con las voces de algunos personajes del juego. El título parece querer abarcar gran cantidad de banalidades que le vienen como anillo al dedo, ya que incitan a que los más completistas se piquen para conseguirlo todo.
La pequeña de la casa Nintendo sigue dando guerra
A nivel visual WarioWare Gold se muestra muy simpático. Desde sus escenas cinemáticas hasta sus menús, pasando por el cambiante estilo visual de sus microjuegos. El Modo historia nos narra además la epopeya de Wario en busca de crear el juego definitivo con el que ganarse una pasta gansa, dándonos a conocer a su vez las vidas de sus coleguitas de Ciudad Diamante. Cada uno de ellos cuenta con un diseño original, el cual luce especialmente bien en las cinemáticas, que sin ser nada del otro mundo se ven muy bien en la pequeña y veterana 3DS.
Otro detalle que nos ha encantado es la completa traducción y doblaje al castellano. Algo que no esperábamos en absoluto y que ha salido de maravilla, con buenas voces e interpretaciones de los actores, en especial todas las de la familia Volt (con epic-raps incluido). En cuanto a la BSO el juego repite muchos de los temas que ya hemos podido disfrutar en otros títulos de la saga, remezclados y acelerados por momentos siguen sonando genial y acompañando adecuadamente al juego.
Conclusiones de WarioWare Gold
WarioWare Gold es un juego simple donde los haya, pero que hace de su simpleza una fortaleza y se escuda en ella para sorprendernos continuamente. Su amplia variedad de microjuegos y la versatilidad de sus mecánicas de control siguen sorprendiendo en pleno 2018, no por la innovación, si no por como mantienen su frescura después de tanto tiempo. Está claro que Nintendo ha dado una vez más con una fórmula que funciona y que ha decidido explotar al menos una vez más las virtudes de su pequeña 3DS. Pero la verdad estamos bastante agradecidos, al menos esta vez el refrito ha sentado de perlas, siendo al fin y al cabo lo que és: un juego de minijuegos especialista en matar ratos.