Desarrollado por el estudio Upstream Arcade y editado por Raw Fury nos llega West of Dead. Un título indie de acción y aventura que mezcla el frenetismo con coberturas en tercera persona, que pretende hacerse un hueco en los roguelikes. Género que no para de crecer con una amplia variedad de competidores en la actualidad.
En West of Dead nos ponemos bajo el control del difunto William Mason, que despierta en el oscuro y lúgubre mundo de Purgatory. Sumergido en el Salvaje Oeste de Wyoming, nuestro protagonista deberá acribillar a una ingesta de enemigos para encontrar la extraña figura negra de su único recuerdo.
Equipándonos en el Salvaje Oeste
Como gran propuesta en el género de los roguelike, la obra de Upstream Arcade cuenta con todos los elementos para convertirse en una gran opción de este sector. West of Dead es un título desafiante desde el principio hasta el final, con una curva de dificultad bastante pronunciada que va en aumento a medida que avanzamos en los niveles y capítulos del mismo. Las primeras mazmorras son las más sencillas de superar una vez cogido el truco a su jugabilidad. Una dificultad que va bastante ligada e influenciada por nuestros enemigos, el escenario y las habilidades y mejoras de nuestro personaje.
El título nos deja con un mapa que irá apareciendo a medida que exploramos los diferentes pasillos y secretos del mismo. Entornos realmente variopintos que se clasifican en distintos capítulos narrativos, donde se generan de forma aleatoria cada vez que los visitemos. Bien sea por primera vez o si fracasamos en el intento. A medida que avanzamos los enemigos se irán haciendo más fuertes, más letales y diversos. Aunque hay algunos que se repiten y únicamente cambian sus apariencias, hay otros tantos que infunden respeto complicándonos las cosas en más de una ocasión. Cada uno de ellos tienen ataques y comportamientos diferentes, así como una vida más resistente o manera de derrotarlos. Como por ejemplo los gigantes de roca, que únicamente podemos acabar con ellos disparándoles por la espalda.
Los faroles que encontramos esparcidos en las habitaciones juegan un papel importante, ya que gracias a ellos podemos arrojar un poco de luz al entorno para ganar visibilidad. Este elemento es más interesante de lo que aparenta porque si decidimos luchar sin prestar atención a estos mecanismos, nuestra precisión disminuirá consideradamente. No obstante, si los prendemos la luz aturdirá durante unos segundos a todos los enemigos de la sala cercanos al mismo. Momento clave para acabar rápidamente con las amenazas más peligrosas o limpiar los enemigos débiles.
Nuestro protagonista, William Mason, contará con una serie de habilidades y armas con las que hacer frente a todas estas adversidades. Únicamente podemos llevar equipadas dos armas, dos especiales, un objeto y un consumible que nos ayudarán durante nuestra partida. Lo más variado y trabajado del título son sin duda la parte de las armas, ya que podemos encontrar diferentes tipos con una base de daño diferente e incluso efectos secundarios que se activan al disparar. Algunos ejemplos pueden ser una escopeta capaz de aturdir, una especie de pistola que en el quinto disparo siempre hace crítico o un rifle que provoca hemorragias. Como West of Dead se basa en el sistema de coberturas, las armas se ven influenciadas por las mismas. Haciendo que recarguemos mucho más rápido si nos encontramos protegidos con una de ellas.
Lo bueno de esto es que, en el momento que estemos cerca de una cobertura, el personaje interactúa automáticamente con ella pegándose a la misma. Teniendo control absoluto de decisión permitiendo que podamos disparar así como movernos o incluso saltar por encima. Acciones que me han recordado mucho a lo que nos ofrece la saga Gears of War. Aunque, como pega, a veces este sistema nos llega a jugar alguna mala pasada que nos impide esquivar bien o incluso haciendo que hagamos movimientos que no queríamos vendiéndonos al enemigo.
Por su parte, las especiales son habilidades que nuestro personaje puede aprender o más bien encontrar a lo largo de la partida. Tienen un tiempo de enfriamiento para poder volver a ser usadas y según la situación pueden llegar a ser muy importantes. La variedad también es bastante extensa, encontrando un hacha arrojadiza con un alto nivel de daño, dagas que pueden llegar a congelar al rival, faroles portátiles para aturdir o incluso una dinamita para hacer un daño elevado en área. Tanto las armas como las especiales cuentan con un sistema de niveles, por lo que a cuanto mayor sea el nivel de lo equipado más efecto o más daño ocasionan para facilitarnos la tarea en el salvaje oeste.
Asimismo tenemos otras pequeñas ventajas que nos serán de gran ayuda. Podemos encontrar una serie de objetos con características únicas que nos dotan de efectos durante la partida, como por ejemplo el poder recuperar un porcentaje de la vida al cubrirnos. Estos no tienen un enfriamiento al uso, por lo que se pueden activar siempre que queramos mientras que se cumpla su requisito. Por otro lado, el consumible que nos acompañará en la aventura es una poción para recuperar vitalidad en algún apuro. Esta sola y únicamente se puede conseguir si hemos desbloqueado la habilidad a través del sistema de Pecado. Una vez obtenida se puede utilizar en cualquier momento siendo de un único uso. Su efecto puede ser aumentado a medida que la mejoramos.
Souls con sabor a Oeste
Sé que las comparativas son odiosas y más aún cuando comparamos con la saga Souls (cuanto daño ha hecho el señor Miyazaki). Y no es una comparativa como algo negativo, sino todo lo contrario. West of Dead no es un título que beba directamente de los Souls, pero sí se pueden encontrar algunos matices referentes a la misma. En primer lugar tenemos el mencionado sistema de Pecado y su mecánica: si muero no solo pierdo todo, también el progreso del capítulo. Como he comentado más arriba, estamos ante un juego exigente en el que debemos medir muy bien cada acción. Si caemos abatidos, perdemos tanto nuestros pecados recolectadas como el Hierro (moneda del juego) y las bonificaciones de personaje obtenidas. Obligándonos a pulir la habilidad ante los controles y no solo eso, incluso llegando a desesperar en alguna que otra ocasión.
A medida que avanzamos en la mazmorra oportuna y derrotemos a los diferentes adversarios, estos nos van a ir dando cierta cantidad de pecados así como de Hierro. Este último nos sirve para poder comprar mercancía al mercader que aparece en alguna habitación aleatoria del mapeado. Por otro lado, el Pecado nos permiten poder obtener bonificaciones para nuestro personaje. En este caso debemos darle cierta cantidad de estas a la «bruja» para desbloquear, por ejemplo, la poción u obtener armas o utensilios entre otras cosas. Si conseguimos pagar por completo uno de los elementos la bruja nos soltará el mismo en el momento para llevarlo equipado. Si no queremos o podemos llevarlo con nosotros no pasa nada, ya que este objeto ahora pasa a estar desbloqueado y por tanto se podrá comprar en el mercader (siempre y cuando aparezca) o encontrarlo por el escenario.
Después de varias horas de juego, me gustaría comentar que el sistema de recolección de pecado así como el de consumo de las mismas lo noto algo desbalanceado. Aunque eliminemos a cada uno de los enemigos del nivel, incluso intentemos ahorrar con lo obtenido en un par de mazmorras, la cantidad obtenida suele ser realmente baja. O la bruja nos pide demasiadas para lo que realmente llegamos a poder conseguir. Sea cual sea el caso, el sistema falla haciendo que tengamos un ritmo de mejora de personaje algo lento e incluso, podría tacharlo de tedioso. Es normal que se quiera capar este tipo de elementos para no romper el juego desde el minuto uno. No obstante, también se debería de buscar un equilibrio entre ambas partes y hacer que el jugador note que está progresando en él.
West of Dead también cuenta con elementos propios, marca de la casa, que lo hacen tener personalidad propia. Esparcidos por toda la mazmorra podemos encontrar una serie de cofres y altares especiales. En los cofres encontraremos «algo» de forma aleatoria que bien puede ser un arma, un especial o un objeto a equiparnos. Que nos puede llegar a venir realmente bien en los primeros momentos del nivel si no vamos ya bien equipados.
Por su parte, los altares, son claves para poder sobrevivir en el Salvaje Oeste y debe ser de absoluta importancia encontrarlos todos. Estos ayudan a Mason a aumentar sus destrezas en combate dejándonos escoger entre aumentar nuestra salud, el daño ocasionado por armas de fuego o el de los movimientos de las especiales. Si encontramos varios altares en diferentes niveles, cada vez que completemos uno sin morir y avancemos al siguiente llegaremos con todo nuestro equipo así como con las bonificaciones obtenidas hasta ese momento.
Durante nuestra exploración encontramos una serie de círculos de «invocación» esparcidos por diferentes salas. A priori no parecen tener mucha más importancia ya que no hacen nada de forma activa al pasar por ellos. Pero son más importantes de lo que aparentan. Una vez encontremos a un boss de turno y lo derrotemos, este nos va a dar el poder de viajar entre portales. Esta habilidad nunca desaparece aunque después nos maten. Facilitándonos mucho el poder movernos para explorar todos los rincones del lugar. Y es que no lo he comentado antes, pero en West of Dead también tenemos que hacer frente a una serie de jefes a medida que avanzamos en los niveles y sus respectivos capítulos. Eso sí, no completes una fase sin antes haber investigado todo.
Un estilo personal
Respecto a los campos técnicos del juego, comentar que West of Dead funciona perfectamente alcanzando un rendimiento muy estable y altos frames por segundo. Encontrándome, únicamente, con algún problema de cámara o carga de entornos. Nada grave que pueda llegar a estropear la experiencia, ya que en el caso de lo primero se ha dado pasando por los pasillos conexos y en ellos no tenemos riesgo de poder morir.
Artísticamente estamos frente un indie la mar de llamativo que bien es cierto no sorprende en técnica, pero sí en algunos diseños de enemigos y sobre todo escenarios y el propio protagonista. Utilizando como base la técnica del tan utilizado estilo cell-shading, Upstream Arcade nos presenta modelos atractivos a la par que variopintos haciendo que visitemos una gran variedad de escenarios que van desde zonas heladas, hasta pantanos. Con un muy buen trabajo en el juego de luces y sombras, dos elementos característicos que dotan de personalidad a la obra convirtiéndolos en la pieza clave del campo visual. Funcionando correctamente durante la gran parte del tiempo, encontrando en ciertos puntos cargas de textura algo más lentas de lo normal.
Por último, por la parte del sonido, también tenemos un trabajo bastante bueno. En lo personal no encontramos pistas que vayan a ser recordadas por la posterioridad, pero sí hace gala de una buena composición. Unas melodías muy bien implementadas con la situación del momento dotando a West of Dead de esa esencia de la que tanto se caracterizan los desarrollos independientes. Me gustaría mencionar el ritmo escogido para los enfrentamientos y la técnica casi perfecta en la que aparece cuando estos empiezan y su forma de parar al acabar con los enemigos. Pero no solo cuenta con una buena banda sonora. Se puede apreciar cierto mimo en otros aspectos de este campo que terminan por dar forma a la experiencia como los efectos sonoros de pisadas, golpes, disparos e incluso voces.
La obra de Upstream Arcade cuenta con un rico elenco de voces para ciertos personajes. Aunque no estén siempre en activo, la voz de Mason es una de las más fuertes y carismáticas de todo el título. Comentar que todas ellas están en inglés, pero está disponible completamente con textos en castellano para el disfrute de todos. Un gesto que siempre es de agradecer.
Conclusión West of Dead
Upstream Arcade consigue crear un roguelike la mar de interesante, divertido y exigente. West of Dead aún tiene algunos pequeños detalles que pulir, por ejemplo algunos problemas en carga de elementos o el ritmo de progresión. En cuanto a posibilidades jugables tiene potencial para destacar de sobremanera. En ocasiones llega a desesperar por la cantidad de enemigos que debemos enfrentar o simplemente por tener que repetir todo desde el principio cuando morimos. Pero justamente ahí es donde radica su encanto y su personalidad.
Si eres amante de los retos entonces West of Dead te dará justamente lo que buscas. Un desarrollo de capítulos que te obliga a completarlo del tirón, midiendo tus acciones meticulosamente, y una jugabilidad realmente llena de posibilidades. Aunque, como ya he comentado, su sistema de progresión y las malas jugadas de las coberturas automáticas pueden estropear un poco la experiencia.
Política sobre notas en Game It
Versión analizada: PC
Nota: 8
Lo mejor:
- Jugabilidad rápida, frenética y exigente.
- Un personaje muy carismático con gran variedad de armas, habilidades y mejoras.
- Audiovisualmente estamos ante un indie interesante.
- La exploración recompensa bastante bien al jugador.
Lo peor:
- La progresión por pecados del jugador se siente demasiado lenta.
- Algún pequeño problema con el entorno y la cámara.
- Las coberturas automáticas a veces nos juegan una mala pasada.