Sin hacer demasiado ruido se ha estrenado el nuevo trabajo del estudio recientemente creado, Prideful Sloth. Antiguos componentes de Activision, Rocksteady o Ninja Theory se han afincado en Brisbane y nos traen esta aventura titulada Yonder: The Cloud Catcher Chronicles. Como en cualquier aventura no falta un heroico objetivo y un vasto mundo por descubrir.
A la caza de la niebla
En los primeros compases del juego descubrimos que una extraña niebla se ha establecido en algunas zonas de Gemea. Nuestra principal labor será la de disipar esta niebla para así poder regresar con los padres del protagonista. Una vez personalizado nuestro personaje y conocido el objetivo es cuando de verdad arranca Yonder.
Tras unos minutos de introducción salimos a un extenso mundo abierto en el que tendremos mucha libertad. Aquí empieza realmente el juego nada más arrancar visitaremos un pueblo y comenzarán los primeros encargos. Ayudar a reconstruir el puerto, construir un puente o montar nuestra propia granja serán algunas de las misiones. Pero no será tan sencillo, conforme hablemos con los habitantes de las aldeas nos darán herramientas con las que podremos talar árboles, cortar hierbas, romper piedras… Todo ello con el fin de recolectar recursos.
Una vez hayamos reunidos los recursos necesarios podremos completar la misión y así continuar hacia nuestro objetivo final. Además de recolectar recursos y construir cosas existe otra mecánica que nos ocupará buena parte de la aventura de Yonder. Se trata de la búsqueda de duendes, estas criaturas son las que nos harán posible desvanecer la niebla que vayamos encontrando en nuestro camino.
Dominando estas dos facetas podremos superar Yonder sin más problemas, ya que en cuanto a dificultad no supone un gran reto. Pero también podemos encontrar un sinfín de misiones secundarias a lo largo y ancho del continente de Gemea. Hay que reconocer que no es fácil quedarse sin cosas que hacer en Yonder, lo que nos hará jugar durante horas sin apenas darnos cuenta.
Es cierto que posiblemente el juego peca de una excesiva simplicidad. Esto lo hace muy accesible para aquellos que dan sus primeros pasos en los videojuegos, pero posiblemente deje a los más experimentados con ganas de una historia y unas mecánicas más profundas.
Picar, talar, crear y mucho más
Una de las cosas que más nos ha llamado la atención de este título es la gran variedad de acciones que puede realizar el protagonista. Conforme avanzamos en la historia conseguiremos diferentes herramientas como un hacha, un pico o una hoz entre otras. Con todo esto podremos recolectar recursos, pero para hacerlo tendremos que seleccionar el arma correspondiente. Si algo han logrado en el desarrollo los chicos de Prideful Sloth es que el cambiar entre una herramienta y otra sea muy sencillo e intuitivo.
Yonder no nos pondrá ninguna dificultad a la hora de recolectar recursos ni desplazarnos de un punto a otro del mapa lo que hace que hasta el jugador más novato sea capaz de moverse por el juego con total soltura.
Por último, queda hablar de la parte técnica. Para desarrollar Yonder se optó por el motor Unity, y aunque sus limitaciones son sobradamente conocidas el estudio australiano ha hecho un gran trabajo al respecto. Escenarios enormes repletos de colorido, árboles y animales, aldeas con gente continuamente en movimiento todo ello de manera estable.
Obviamente la estética cartoon del juego ha permitido esto y es cierto que los objetos distantes aparecen de una forma un tanto brusca cuando nos acercamos, pero hay que reconocer que los ambientes creados invitan a quedarse disfrutando del paisaje.
En cuanto al sonido es bastante sencillo, con unas voces que han sido inteligentemente sustituidas por ruidos, evitando así costes de doblaje, el peso recae sobre una banda sonora tan relajante como el paisaje que tengamos delante. Otro de los puntos a favor del juego es la localización con textos totalmente en castellano, aunque hay algún pequeño error en la traducción, cumple su papel.
Conclusiones Yonder: The Cloud Catcher Chronicles
Yonder es un juego ideal para relajarnos, para huir de los títulos repletos de acción. En Gemea podremos avanzar a nuestro ritmo, sin prisas. Dedicarnos a construir o simplemente recolectar recursos y avanzar por la historia sin elementos que nos empujen hacia ninguna parte. Es cierto que la historia es quizá demasiado simple lo que puede alejar a los jugadores más veteranos. Mientras que técnicamente el juego cumple de manera notable. En definitiva, Yonder es un videojuego que nos ofrece un oasis dentro del propio mundo de los videojuegos.