Prácticamente 2 años después de su estreno en Japón por fin llega a Nintendo Switch Ys VIII: Lacrimosa of Dana, un JRPG con aire arcade perteneciente a una franquicia que, si bien no ha tenido mucha difusión en nuestro país, no deja de ser una de las más veteranas en el género. Con un estilo muy propio y directo Ys VIII llega para ocupar un lugar destacado entre el catalogo de juegos de rol para la híbrida de Nintendo, algo que a pocos días del estreno de Octopath Traveler da bastante que decir.
Primeros pasos en el universo Ys
Pese a mi predilección innata hacia los juegos de rol japoneses debo confesar que jamás me había acercado a un Ys, algo a destacar ya que por muchas referencias/guiños que tenga el juego no los he pillado, más bien me he acercado a él como cualquier aficionado a los juegos de rol o anime.
Ys VIII: Lacrimosa of Dana es la octava entrega de la saga desarrollada por Falcom, una compañía que desde 1989 ha estado lidiando en el mercado nipón con grandes titanes del género JRPG y para nada ha salido mal parada. Con una base de jugadores bastante potente en Oriente Ys ha destacado por su marcado estilo que entremezcla rol y acción a diferencia de la mayoría de juegos con combate por turnos que desde siempre han reinado en Japón. En esta entrega podemos apreciar una clara apuesta del estudio por hacer de la exploración el eje del título, poniendo a nuestros pies una enorme isla por explorar llena de monstruos, misiones y localizaciones que podremos visitar.
El título comienza con nuestro obnubilado protagonista, Adol ,contemplando el mar desde la cubierta del Lombardia, un barco que por ciertos acontecimientos acaba encallando en una misteriosa isla. Tras el naufragio nuestra misión principal será peinar la isla en busca de supervivientes y construir un refugio, lugar que servirá como base principal y motor principal para progresar en la aventura.
Con la ayuda de una joven noble y un fornido pescador Adol formará el grupo perfecto para explorar de cabo a rabo Isla Seiren, un lugar plagado de plantas, comida, materiales y como no, monstruos. Recolectar objetos y explorar la isla será fundamental para hacer crecer el refugio, nuestro objetivo principal, puesto que mejorarlo repercutirá directamente en nuestras capacidades y mejoras de personaje. En él podremos mejorar/crear armas, crear armaduras, elaborar pociones, cocinar, descansar y aceptar misiones para los demás supervivientes que vayamos encontrando durante el viaje. Es de recibo decir que todo este sistema de progreso resulta tremendamente satisfactorio, algo que se ve impulsado por el ritmo ágil que Falcom ha impreso en la obra, dándonos total libertad para explorar y explotar un mapa que si bien no es demasiado grande en ningún momento se nos quedará pequeño.
El sistema de combate es puro ARPG: un botón para ejecutar el combo de golpes básico, otro para salto, otro para esquivar, cambiar rápido de personaje y otro (el R) para abrir un menú desplegable en el que encontraremos las Skills de cada uno de ellos. El cambio entre personajes se ejecuta de una forma casi instantánea durante los combates, puesto que es condición indispensable tener en cuenta el tipo de daño que queremos hacer a según qué enemigo. Adol (por ejemplo) provoca daño de corte, un tipo de daño que provocará una ruptura en la defensa de los enemigos susceptibles a el. Esto nos obligará a estar atentos a qué enemigos golpearemos con según que tipo de daño si queremos infligir el máximo daño posible. Para rematar también dispondremos de ataques finales para cada personaje, golpes que tardarán bastante en cargar para poder ejecutarse pero que provocarán auténticos estragos en los enemigos débiles a nuestro tipo de daño.
Como podéis observar el título cuenta con un sistema de combate con posibilidades y bastantes factores a tener en cuenta, quizás lo único que podría empañarlo es la tosquedad de ciertos movimientos, que sin dañar a la vista denotan el origen portátil del juego.
De PSVita a Nintendo Switch
Gráficamente estamos ante un título que cumple correctamente, ya que aunque esta versión funciona a 60 imágenes por segundo y las texturas hayan sido mejoradas, no deja de ser un juego cuyos orígenes de PSVita se notan. A nivel artístico no hay demasiado que reprochar, la Isla de Seiren es un paraíso insular donde encontraremos todo tipo de parajes y zonas diferentes donde habitan diferentes especies de monstruos. Esta versión de Switch cuenta además con más y nuevo contenido como monstruos, mazmorras, skins , etc por lo que si ya el juego era variado y completo de por sí, aquí tendréis para dar y tomar.
A nivel de banda sonora el título de Falcom ofrece tracks de enorme calidad, con un marcado estilo anime bastante rockero, que de buenas a primeras destacará como sello inconfundible de esta obra. Hablamos de un extenso tracklist en el que encontraremos desde geniales músicas de batalla hasta temas sosegados y tranquilizantes para las partes de exploración o historia. Como punto negativo hay que señalar que pese a venir doblado con voces en inglés, estas voces no cubren el 100% de los diálogos, por lo que en numerosas ocasiones tendremos cuadros de texto sin más. Derivado de esto viene el mayor de los obstáculos que Ys VIII: Lacrimosa of Dana tendrá en nuestro país: textos totalmente en inglés.
Al igual que muchas otras veces, Ys VIII es uno de tantos juegos de rol japonés que llega a nuestro país sin traducir, algo bastante incómodo para los menos versados en la lengua de Shakespeare y que de seguro echará para atrás a muchos jugadores interesados en el título que no están dispuestos a enfrentarse a un juego tan cargado de historia y de diálogos como este. A su favor hay que decir que el inglés utilizado no es ni de lejos de los más pesados o complejos que hayamos visto, ya que prácticamente todos los personajes utilizan gramática estándar para sus diálogos, pero es obvio que cuando alguien juega a un título de estas características lo último que desea es sentirse incómodo a la hora de leer los textos.
Conclusiones de Ys VIII: Lacrimosa of Dana
Mi primer contacto con la saga Ys no ha podido ser mejor. A pocos días de la salida de un JRPG como Octopath Traveler el juego de Falcom me ha robado el corazón y una buena cantidad de horas a la vez. Su sistema de progresión y combate son sin duda la clave, ya que hacen de él un juego dinámico con alto grado de adicción que nos mantendrá en vilo con su historia mientras nos incita a explorar continuamente la paradisíaca Isla de Seiren. Si no tenéis problema con sus textos en inglés y os llama la atención su propuesta solo puedo decir que vayáis de cabeza a por el, puesto que además de una buena cantidad de contenido el juego denota un cariño especial tanto en su faceta visual como sonora.